Larga fue la espera, las promesas no se cumplieron, pero hubo acuerdos, de eso no cabe la menor duda, pues si no hubiera sido así, todavía hoy domingo estarían todos los simpatizantes al borde de la locura.
Parece mentira, pero a pesar de ser un segmento minoritario de la sociedad el que participa activamente en política, la ansiedad se contamina, sobre todo en las redes sociales, ahí donde sin distingo se perjudica la imagen, porque rara es la ocasión en que estas se usan, sin inserción pagada de publicidad, para dar a conocer los logros y beneficios de una clase despreciada por todo aquel que pague impuestos.
Así las cosas, esperando lo peor en los días por venir, se llevó a cabo ayer el registro de Baltazar Hinojosa Ochoa como precandidato del PRI y hoy, si otra cosa no sucede, se estará registrando Francisco García Cabeza de Vaca por el PAN, para iniciar una precampaña, vigilada por el INE, pero violentada sin duda, por la cantidad enorme de seres sin registro de elector, pero con perfil de Facebook, de Twiter o de cualquier red social conocida.
No podrá pararse la andanada, por la simple y sencilla razón de que los espectros no son susceptibles de ser enjuiciados, aunque se descubra la IP (dirección electrónica del emisor), ya que una máquina puede ser utilizada por varios usuarios. (Mal se verían los policías cibernéticos, metiendo al penal de Almoloya una HP o una Apple de última generación).
En fin, los únicos dos partidos con posibilidad real de triunfo, ya han seleccionado sus aspirantes, mucho habrá que pensar para emitir el sufragio, de nada sirve abstenerse, pues el triunfo se lo lleva el que obtenga más votos del total depositado en las urnas, así son las leyes, por lo que no se crea usted el cuento aquel de que el abstencionismo rinde. Eso es falso.
Es más, no es ley pero si se aplica, la sencilla practica de premiar a aquella ciudad o entidad que aporta más contundentes votos a la causa.
Viene el periodo de conocer internamente las propuestas, diferenciar los currículos, evaluar las actuaciones y desde luego, reflexionar el voto.
El ejercicio de la precampaña dará pie a la comparación de las opciones: cual tiene una trayectoria limpia, quien tiene el mayor grado de educación superior, quien proyecta amplitud de criterio, quien demuestra madurez ante el acoso, quien ofrece el mejor plan de acción, quien ha pulido su imagen, quien está preparado para gobernar.
Este proceso nos lleva al periodo de reflexión y es ahí donde muchos pierden, pues no distinguen lo que está permitido y lo que no, en su afán por mantenerse vigentes, persisten en la publicidad en los medios no controlados, se olvidan de bajar sus espectaculares, (pues solo es una sanción económica), y hasta se dan el lujo de recorrer casillas durante el proceso electoral, incomodando a aquellos que pretenden cumplir con su deber cívico.
Todo lo anterior no es producto de la imaginación, ahí están en las hemerotecas de todo el estado, las crónicas salvajes de aquellos que no han podido pasar la etapa de pubertad.
He platicado con gente de Tampico, de Reynosa y de Matamoros, todos ellos panistas tradicionales, de esos que siempre han elegido a sus candidatos y han buscado la alternancia por años, todos coinciden en una expresión que no deja lugar a dudas de lo que el futuro les depara: ¡SE EQUIVOCÓ EL PARTIDO.
