Esta semana lo lógico hubiera sido escribir en este espacio sobre la polémica que causó la Superliga, pero no quiero colaborar a la saturación de información sobre el tema. Ya en enero escribí sobre el proyecto tras el ultimátum de la FIFA y aún hoy me parece imposible dar una opinión objetiva debido a no solo la falta de detalles dados a conocer, sino también debido a la contaminación mediática en contra de ella.
Me parece que hasta que no seamos dueños de un negocio o tengamos que pagar una nómina, no podremos entender del todo la crisis económica en la que están y a la que se enfrentan en los próximos años varios clubes de Europa, por increíble que parezca. Tras ver la reacción de la mayoría de los medios, analistas, periodistas, aficionados y jugadores de futbol, con tal indignación al proyecto, no podía dejar de pensar que ojalá la reacción a las más de 6,500 muertes de trabajadores en Qatar, a la compra de votos para dicha sede o a la corrupción de la FIFA hubiera sido por lo menos de la misma magnitud. Temas que me parecen tienen mayor impacto en la sociedad que solo dejarnos llevar por el romanticismo del futbol.
El deporte que mueve al mundo y “vende” pasión es en realidad uno globalizado
El que no quiera ver que desde hace muchos años la balanza se inclinó más hacia el negocio que el propio deporte, vive por decisión en la ignorancia. Como si no se hubieran dado cuenta que ahora son los Jeques, Emiratos, oligarcas rusos y conglomerados chinos los que tienen el dominio. La “nueva élite” ha dejado de pertenecerle a socios y aficionados. El deporte que mueve al mundo y “vende” pasión es en realidad uno globalizado, gobernador de marcas y con gran poder sobre gobiernos. La Superliga terminó por desembocar en un súper enojo, pero hay otra noticia en particular que me pareció más importante esta semana: el veredicto para Derek Chauvin, encontrado culpable de homicidio involuntario y asesinato en segundo y tercer grado de George Floyd. Mientras muchos se concentraban en la novela de la Superliga, lo cual es válido, la realidad es que atletas de raza negra de todo el mundo decidieron aprovechar la sentencia para mandar el mismo mensaje: aunque haya justicia la lucha no termina, la violencia sigue.
Entre las reacciones: “Responsabilidad”, tuiteó LeBron James, mientras que la US Soccer, NBA y NFL coinciden, el resultado del juicio de tres semanas no devuelve una vida y continuarán trabajando con sus jugadores y equipos por un cambio social. Me quedo con el mensaje de More Than a Vote, la organización formada por atletas y celebridades de raza negra: “Necesitamos más que un veredicto. Necesitamos que las vidas negras importen antes de que ya no estén”._
Jimena Rodríguez