Para muchos mexicanos es un orgullo la comparecencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por las siguientes razones:
1.- En primer lugar es muy satisfactorio para muchos mexicanos el poder verse reflejados y representados en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por un presidente honesto, capaz, y con legitimidad democrática, a diferencia de mandatarios de los últimos treinta y cinco años que no tuvieron la altura ni la legitimidad, ni los conocimientos, ni las ideas para proponer absolutamente nada en un foro del calado del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el cual tampoco hubieran estado interesados en escucharlos por lo mismo.
2.- Por el emotivo recibimiento brindado por la comunidad de mexicanos en la Ciudad de Nueva York como una pequeña muestra del respaldo popular con el que cuenta el presidente de la república tanto en el interior del país como en el extranjero, principalmente en Estados Unidos para cuya fortaleza cooperan con ahínco y entrega diariamente más de 36 millones de paisanos.
3.- El presidente mexicano no actúa subordinado a los intereses de los Estados Unidos, cuya relación hoy en día es la más respetuosa que hemos tenido desde la época de Lázaro Cárdenas, y actúa por voz propia, como jefe de estado, con su propia agenda, ¡México no es patio trasero, ni coto de caza, ni tierra de conquista!.
4.- Porque tiene la altura como jefe de estado para proponer nada más pero nada menos que un nuevo orden mundial, en el que la Organización de las Naciones Unidas se erija como un organismo supranacional ya no, como lo fue desde su fundación, para conservar el orden mundial impuesto por los países vencedores en la segunda guerra mundial, sino para eliminar la corrupción en todas sus presentaciones, la desigualdad y la miseria en la tierra.
Como es su sello característico, el presidente de México denuncia la corrupción ahora a nivel internacional, y en su disertación en el seno del Consejo de Seguridad de frente a los miembros permanentes y no permanentes denuncia cómo fue que se dejó en manos de las farmacéuticas transnacionales la distribución y las ventas de las vacunas anti covid, haciendo a un lado la vacuna Covax como esfuerzo de las Naciones Unidas para los países pobres, haciendo así prevalecer el negocio multimillonario de las farmacéuticas sobre la fraternidad y la salud de miles de millones de personas.
Así, el presidente López Obrador habla claro en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y adelanta la propuesta de presentar al seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas un plan mundial de fraternidad y bienestar para garantizar el derecho a una vida digna a las personas más humildes del mundo.
El presidente termina su intervención haciendo referencia a Adam Smith, padre de la economía clásica moderna, cuando menciona que es de la naturaleza humana promover y encontrar la felicidad de los otros aunque de ella nada se obtenga a no ser el placer de presenciarla. Lo anterior no es cosa menor pues para su desarrollo el neoliberalismo sólo tomó las ideas de Adam Smith que hablabam del egoísmo personal como motor de la economía, sin hacer mención a su percepción más humanista que ahora cita el presidente de México.
Por todo ello nos honra una presencia y una participación tan digna en un organismo de tal importancia. Felicidades a todos, excelente participación.
Mtro. Jesús Torres Gómez.