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La voz y su llamado

  • Lagunauta
  • La voz y su llamado
  • Jessica Ayala Barbosa

Hace poco recibí un mensaje de Elías, a quien conocí solo vía WhatsApp en 2019, cuando me invitó a participar como jurado de cortometrajes en el Festival Internacional de Cine Torreón-Laguna. Él es profesor de bachillerato en la UAL e imparte la materia de Orientación vocacional.

Recién ideó producir un podcast en el que sus alumnos entrevisten a profesionistas de las áreas que están entre sus opciones de carrera a fin de que les aporten elementos para tomar una de las decisiones más importantes de su vida.

Alejandra, una de las alumnas de Elías, está interesada en estudiar Ciencias de la Comunicación y él le propuso que me entrevistara.

Aceptar me llevó hasta aquellos años en que yo misma era un mar de dudas, miedos y ansiedad. De pronto ahí estaba enfrentándome de nuevo a las preguntas que me hice por primera vez en 2004 y que de vez en cuando resurgen: ¿Por qué Comunicación? ¿Es lo mío? ¿Es cierto que no hay trabajo? ¿Me voy a morir de hambre?

Soy incapaz de alentar o desanimar a alguien con respecto a dedicarse a lo mismo que yo. Lo más que puedo hacer es compartir mi experiencia. Hay miles de factores a considerar y cada quien decidirá cuáles son los que más pesan. Algunos lo harán en último de prepa, otros luego de probar varias opciones.

Creo que -para quienes tenemos el privilegio de acceder a estudios universitarios- elegir carrera es una de las decisiones más importantes de la vida, pero no porque determine para siempre nuestro futuro, sino porque nos ayuda a conocernos al tiempo que moldea nuestra personalidad y nos pone en nuestro propio camino.

Decidir a qué queremos dedicarnos va más allá de elegir área de estudios y universidad. Encierra una cuestión más crucial: atender o ignorar algo que viene desde muy dentro de nosotros.

“Vocación viene del latín vocare, que significa llamar”, nos decían en la escuela. ¿Y de dónde crees que viene esa llamada?

La etimología nos da pistas. Leí que el verbo vocare nació de una raíz indoeuropea que también originó las palabras voz, evocar, invocar, provocar y vocabulario. Conocer la relación entre estas palabras es toda una revelación para mí. Las veo ahora como diversas caras de una misma moneda. Todas llaman o sirven para eso. Y la que más me llama en este momento es la de voz.

Son innumerables las referencias a la “voz interior” en el cine, la literatura, la música… Resulta hasta un lugar común, pero esconde un significado mucho más profundo de lo que parece. Creo que reflexionar sobre ella puede serle útil a quienes están ante este tipo de decisiones.

La voz interior es nuestra sabiduría. Si atendemos su llamado, es decir, la vocación, nos mostrará el camino. Con suerte no será recto, sino lleno de recodos y bifurcaciones que nos obligarán a preguntarnos constantemente hacia dónde queremos ir. Nada será más útil en los momentos de confusión que estar en sintonía con esa voz.

Se dice fácil, pero exige buenas dosis de introspección. Nadie está exento de volver a dudar, desandar el camino, desear cambiar de ruta o inventarse una nueva. Se vale, si ese es el llamado. Ignorar la voz interior sólo nos daña a nosotros. Y tú, ¿la escuchas?

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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