Los políticos que no entiendan cuáles son las necesidades a las que deben dar respuestas inmediatas, no tendrán nada qué hacer en las próximas elecciones de 2021, escenario en apariencia lejano, pero que ya trae muy movidos a todos los actores interesados.
La inseguridad, la contaminación del aire y la falta de transporte público eficiente son los tres principales temas sin resolver y para el ciudadano común, las autoridades municipales y estatales ya están rebasadas.
Más que la salida o permanencia de Jaime Rodríguez en la gubernatura, o la amenaza de abandonar el pacto fiscal, el problema de fondo es la falta de resultados.
En el tema de la inseguridad se quiere resolver siempre con más policías, mientras las tareas de prevención se descuidan. Ayer mismo el secretario de Seguridad, Aldo Fasci, adelantó que le concederán presupuesto para contratar mil 200 nuevos elementos para Fuerza Civil.
Quieren enderezar a trote y galope una corporación que tardaron cuatro años en desmantelar, luego de que fue orgullo y ejemplo nacional.
En el tema de la contaminación sobran expertos y opinólogos que denuncian, unos que las emisiones de los vehículos de combustión interna son responsables del aire envenenado que respiramos.
Otros culpan a las industrias, algunos a las pedreras y otros al bloqueo de las montañas que evitan dispersar las partículas contaminantes de la zona metropolitana.
Todos tienen una parte de razón, pero el gobierno estatal prefiere no hacer nada, salvo simular que verificaría los automóviles, para lo cual incrementó el costo del refrendo de control vehicular.
En movilidad, no se hizo nada por reestructurar el transporte público, mejorar la Ecovía ni concluir la Línea 3 del Metro, lo que detonó el crecimiento explosivo de los taxis por aplicación electrónica.
Seguridad, contaminación y movilidad es la agenda del ciudadano de a pie, el que sale a votar en masa, el que da y quita, como hizo en la elección presidencial del año pasado. Para que luego nadie se dé por sorprendido.