El último episodio de una serie de terror de la vida real que inició con el ataque del adolescente Federico Guevara en el Colegio Americano del Noreste, al disparar contra sus compañeros de clase y su maestra para luego suicidarse, ocurrió este martes en la Preparatoria 15 Florida.
Un mensaje en redes sociales que advertía sobre una masacre contra alumnos de esa escuela generó ausentismo, el ordenar la salida de quienes sí asistieron, así como vigilancia policiaca del centro educativo.
Muchos podrán pensar que se trata de un hecho aislado, pero para quienes tienen hijos en edad escolar hay un antes y un después del ataque en el Colegio Americano del Noreste, que activó alarmas antes apagadas.
Si pudiéramos enumerar algunas señales a las que los padres de familia son hoy mucho más sensibles, están las de cualquier conversación de sus hijos que involucre armas y escuela.
Cientos o tal vez miles de niños de primaria enfrentaron reprimendas o incluso consultas psicológicas por la ocurrencia de preguntar lo que pasaría si llevaban un arma a su escuela. En muchos casos sus padres pasaron de la sorpresa al llanto y luego a la depresión.
Muchos concluyeron que sus hijos, más allá de tener ideas agresivas o psicopáticas, hicieron meras preguntas fundadas en la famosa curiosidad infantil, en la necesidad de saber.
Pero a nivel de secundarias y preparatorias, los padres están preocupados por la vulnerabilidad de sus hijos ante las redes sociales y la infinidad de grupos de influencia a los que pueden estar expuestos para cometer agresiones o incluso suicidios.
Según una nota de la periodista española de BBC Mundo, Lucía Blasco, publicada este miércoles, el juego de la Ballena Azul (Blue Whale) en Facebook, habría ocasionado suicidios en Rusia el año pasado, ya está en Latinoamérica.
La prueba final de 50 retos que incluyen autotatuajes y ver películas de terror durante 24 horas continuas, es tirarse desde un balcón y habría causado muertes en Brasil, Colombia y Chile.
Y la nota advierte que el juego ya está también en México.
