1-. ¿Quién paga las precampañas? Esta es “la pregunta de los 64 mil pesos”. ¿Acaso alguien cree que los más de 85 millones fijados como tope para la precampaña presidencial, o los más de 46 establecidos para la de gobernador en Jalisco, las pagaron de su peculio las personas precandidatas, a estos y los demás cargos? Por supuesto que no. Aunque tuvieron recursos propios para hacerlo, no pondrían un solo cinco de su bolsa para su precampaña. Y, dada la enorme cantidad de cargos a elegir (20 mil 637) sería imposible que el Estado, o los partidos políticos las pagaran (tan solo en Morena se registraron 98 mil 367 aspirantes a precandidatos). Entonces ¿quién las paga? Pues empresarios que “invierten” en ello, o el crimen organizado. Las precampañas no se justifican cuando existen candidatos únicos. Este es el origen tanto de la corrupción que existe en todos los órdenes gobierno, como de la violencia política.
2.- ¿Qué puede hacer un ciudadano para ejercer su derecho a ser votado, ante la ausencia de democracia en los partidos, la venta de candidaturas y las trabas para ser candidato independiente? Promover que su nombre sea puesto por los electores en el espacio reservado en la boleta electoral para “candidatos no registrados”, que desde 1998, se ha hecho efectivo en municipios de cinco estados. Por supuesto que, de resultar triunfador el candidato no registrado, los partidos lo impugnarían, pero es muy difícil que los tribunales no reconozcan ese triunfo, si el candidato cumple con todos los requisitos legales. No puede ser que para ser candidato presidencial independiente se exija un millón de firmas y para formar un partido nacional 260 mil.
3.- ¿Qué puede hacer un ciudadano para rechazar las frivolidades y porquerías de los partidos políticos, y no anular su voto, o dejar de ir a votar? En el caso de los candidatos postulados por varios partidos, la ley establece que si el elector cruza más de uno de esos emblemas, el voto se computa a favor del candidato y no de los partidos. Si se cruzan emblemas de partidos que no tienen el mismo candidato, el voto se anula. Este es el recurso al alcance de los ciudadanos ante la ausencia del voto en blanco en nuestro país.
Los ciudadanos debemos enviar a los partidos un claro mensaje de rechazo a sus trapacerías y frivolidades, para que no sigan lucrando con nuestra voluntad expresada en las urnas.