El jueves pasado tuve el honor de participaren una Mesa de Diálogo convocada por la diputada Mara Robles, para hablar sobre el Control del Legislativo al Ejecutivo. El control del Poder ha sido un tema inexistente o vedado en México. Llevamos 46 años debatiendo el acceso al Poder. De su ejercicio, distribución y control nada discutimos.
En nuestro país, el control político, jurisdiccional y popular, existentes en la teoría y en algunos otros países, en el nuestro son débiles o quiméricos. El Control de la Constitucionalidad, con dispositivos populares y políticos, se constituye en el principal mecanismo para el Control del Poder.
Otros países federales tienen también un control local de la Constitucionalidad, que en México existe en otros estados, más no en Jalisco: tres, tienen Sala Constitucional; 20, Controversias Constitucionales; nueve, Acciones de Inconstitucionalidad; y tres,amparos locales. El Juicio político para el Gobernador, existe en 18 estados; y la responsabilidad política del Ejecutivo por violar la Constitución está presente en otros cuatro. Ninguno de esos medios de control aplica en Jalisco. Empero, nuestra Constitución local tiene dos figuras de control popular de la Constitucionalidad, que nadie entiende y nunca se han aplicado. Acabamos de festejar 200 años de ser estado, y ser el primero en tener una Constitución local, y a nadie se le ocurrió hablar de esto.
El control del poder no solo debe ser del Legislativo al Ejecutivo, sino que también sobre el Judicial; y de estos últimos sobre los otros dos. Lo que ha impedido esto es entender al Congreso como Parlamento; y la equivocada idea de que en un gobierno presidencial lo que existe es división y no separación de poderes. Esto ha hecho que se piense que solo el Legislativo puede controlar; y que, si los Poderes son autónomos e independientes, estos son una especie de feudo, sustraído no solo del control de los otros Poderes, sino que hasta de la vigencia misma de la Constitución a su interior.
El mecanismo más efectivo para el control del Poder, es el del control del dinero en todos los Poderes y órganos autónomos, cuyos titulares interpretan el Presupuesto asignado como un fondo o botín personal, que pueden ejercer a libertad y con absoluta discreción.
Los controles institucionales sobre el dinero púbico han sido insuficientes o poco efectivos. Urge fortalecerlos con control social y político, y superar la teoría de la división de poderes.