La elección de candidata en las dos principales fuerzas políticas está entrando a su fase final. En Morena, la mejor posicionada es Claudia Sheinbaum. La incógnita es qué hará Marcelo Ebrard. Observo cinco alternativas y sus consecuencias:
1.- Respetar el resultado y permanecer en Morena, sería lo peor, pero no le iría tan mal: podría ser senador o diputado (obteniendo el fuero que necesita); más no coordinador parlamentario en alguna de las Cámaras. 2.- Impugnar ante el TEPJF el resultado, buscando ser reconocido como candidato. Perdería la impugnación; y, aunque no renunciara al partido, se le consideraría como adversario, con todas sus consecuencias. 3. Postularse como candidato independiente. Repetiría lo que ya hizo en 1946, el secretario de Relaciones Exteriores, Ezequiel Padilla Peñaloza, pero sin lograr el 19.3% de la votación que a este se le reconoció. 4.- Desconocer el resultado y sumarse a la candidatura de Xóchitl Gálvez (XG), quien ya lo invitó. Se observa inviable. Y 5.- Cuestionarlo, salir del partido y convertirse en candidato de Movimiento Ciudadano, con dos posibilidades: A) hacerlo contra la voluntad del Presidente, lo que desataría la ira del poder en su contra; y, B) hacerlo, pero con la aquiescencia del Ejecutivo, para afectar la candidatura de XG. Si ese fuera el acuerdo, el Presidente tendría dos candidatos, y con cualquiera de ellos ganaría.
Del otro lado, las presiones y la “cargada” a favor de XG están en su apogeo. A Santiago Creel, de manera ofensiva y antidemocrática lo obligaron a sumarse. Para sus mini elecciones del próximo 3 de septiembre, el padrón de quienes podrán participar pasó de dos millones 504 mil 937 registrados hasta el ocho de agosto, a tres millones 100 mil, el pasado día 20.
Los 595 mil registros adicionales pueden ser para compensar los 483 mil sufragios emitidos el pasado día 9 por los dos candidatos perredistas eliminados, más los 183 mil con los que Paredes y De la Madrid superaron a Gálvez y Creel (666 mil en total).
Que Paredes gane la elección del 3 de septiembre no es imposible, más sí muy difícil, por la “cargada” a favor de la hidalguense, la inflada del padrón para favorecerla, la publicación el mismo día de su elección de una encuesta inducida para inducir a los votantes, y el hecho de que la encuesta tendrá el mismo valor que la elección. Al tiempo.