La reconfiguración del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo es inminente e inaplazable; tras los resultados obtenidos en la elección concurrente del pasado 5 de junio, las estructuras partidistas y hasta grupos políticos en zonas estratégicas como la capital hidalguense, quedaron prácticamente desintegrados. De cara a la elección de 2018 el instituto partidista deberá poner cartas sobre la mesa, actuar de inmediato para reposicionarse con la ciudadanía.
Las repercusiones de la administración municipal de Pachuca en manos del Partido Acción Nacional (PAN) afectarán directamente a todos los tricolores principalmente a quienes simularon un trabajo político evidenciado con los números y ahora será más difícil desde la oposición reivindicarse como una verdadera opción política de cambio, en una ciudad que padeció arbitrariedades con la puesta en marcha de programas y acciones en las que su opinión fue lo último que consideraron.
El gobierno “ciudadano” de Eleazar García Sánchez resultó ser “empresarial”, la administración entrante tendrá que revisar las cláusulas de los contratos signados por el munícipe, como el de MoviParq, empresa que opera la primera etapa de los parquímetros instalados en el centro de la ciudad con el apoyo de los agentes de tránsito quienes se encargan de levantar las multas de quienes infringen con el reglamento de tránsito adecuado con la empresa, y analizar, en todo caso la viabilidad o las responsabilidades que aceptó el ayuntamiento con dicha empresa.
La alcaldesa electa Yolanda Tellería no solo hereda este tipo de “negocios”, también deberá resolver problemas político sociales que la administración saliente dejo para después ante la proximidad de su salida, como los eternos compromisos y deudas con “Antorcha Campesina” y los que surgieron con la agrupación de ambulantes, liderada por un operador “político” del tricolor.
El anuncio de la auditoría externa a las cuentas que García Sánchez entregue a su sucesora habla también de la necesidad de traer empresas que detecten lo que la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo no detectó o no quiso hacerlo, pero de encontrarse irregularidades deberán señalarse y subsanarse, y serán entonces acciones que legitimen verdaderamente el compromiso de Tellería Beltrán con la transparencia y rendición de cuentas.
Este lunes 5 de septiembre comenzarán nuevas etapas en los municipios, el Poder Legislativo y arrancará un nuevo gobierno estatal, que dará a conocer su equipo de trabajo. Por fin se disiparán las dudas y zozobra en la que viven varios funcionarios públicos y gran parte de la estructura burocrática, particularmente de quienes no vislumbran un futuro certero respecto a sus empleos y posiciones, pues al menos ahí, en los puestos, cargos sí habrá una total reconfiguración administrativa.
La oposición jugará un papel importante en la nueva etapa de la vida política de Hidalgo, la ciudadanía está a la expectativa de que las autoridades electas cumplan los compromisos y promesas; no será fácil ante el reflejo de un partido que al volver como gobierno federal transgredió las críticas y falto a los compromisos establecidos, convirtiéndose en incongruente y muy poco confiable para confiarles un voto nuevamente, habrá elecciones en dos años y aunque Hidalgo es bastión tricolor los costos políticos de cerrarse a la transformación, sobre todo generacional, tendrá sin duda costos políticos mayores, capaces de truncar aspiraciones mucho más ambiciosas.
@JanetBaS
