Cuántos son los pronósticos y rompiendo todas los apuestas en Las Vegas, la ministra Piña, en un tono absolutamente insólito y sospechosista, le tomó la palabra al Presidente y va a entregar los 15,000 millones de sus fideicomisos ni más ni menos que para la reconstrucción y apoyo de Acapulco y los guerrerenses. Justo cuando estaba pensando que nunca iba a aceptar nada, que iba a decir que la patria anda pobre, que está mal de su rodilla, la tremenda Corte acepta el reto mañanero que puso el Presidente. Lo más seguro es que esta decisión no provenga necesariamente de la buena onda, de la empatía, de la solidaridad y nada de eso. Lo más probable es que al ver su nivel de popularidad que tiene el Poder Judicial (están más abajo que el PRI, PAN y PRD, y el América), pues mejor la pensaron muy bien y decidieron entregarse a la onda social.
Es muy probable que los ministros hayan padecido una dispepsia muy violenta antes de tomar esa decisión, pero 15,000 millones no son nada, es baba de perico, diría la Rabadán. Pero hasta lograron superar a Sandra Cuevas que, a pesar de su oportunismo, había demostrado tener un poquito más de humanismo que la tremenda Corte. Sobre todo cuando, a diferencia de Xóchitl Gálvez, King Téllez y la Rabadán, que se habían negado a compartir unas quincenas con los damnificados, ella sí iba a sacrificar no sólo el dinero, sino incluso tres meses sin comprar ropa, lo cual debe ser casi tan terrible como para Calderón guardar el Tonayán bajo llave.
Como quiera que sea, esto sí le debió generar a la oposición, al Frente marchito, al PRIANChu, un brote psicótico, sobre todo porque prácticamente lo de la señora Piña los obliga a desprenderse de algunos recursos para apoyar a Acapulco. Pobres, deben estar azorados, con la triste obligación que las ha impuesto la tremenda Corte (a la que tanto defendieron) y ahora Claudio XXX va a tener que mandar unos aviones llenos de toneladas de productos de Kimberly Clark; mi licenciado Peña tendría que mandar algo de la estafa maestra, Calderón -lo dudo, es muy muy marro- tendría que aportar de lo ganado con la estafa de luz; el PAN podría entregar recursos del Cártel inmobiliario, Xóchitl Gálvez debería de vender -oootraaaa veeeez- sus casas y depas de interés social para la reconstrucción de Caleta Caletilla, la Roqueta, playa Hornos y las casas de los damnificados. Hasta los millonetas van a tener que pagar los impuestos que deben.
Ya se amolaron.