Estaba yo como el Santos haciendo fila en la embajada rusa para tener acceso a la vacuna Sputnik de Vladímir Putin que, si no te salva del covid te hace comunista, gracias al lugar que me hicieron favor de guardarme FRENAApteros, sovietófobos y derechocientos que estaban ahí dando claxonazos y bailando katachó, cuando apareció Gertz Manero a dar la noticia infausta: mi licenciado Peña y sus fiel escudero, Luigi Videgaray, fueron acusados por Lozoya-Lozoyita de exigirle repartición de 120 millones de pesos de los enjuagues de Odebrecht, entre pedigüeños senadores y diputeibols panistas-perredistas para la aprobación de la reforma energética, más otro tanto para las campañas priistas encabezadas por el deschistado dotor Mit.
Claro que si yo fuera Peña y Videgaray, que no lo soy por falta de casas blancas y malinalqueñas, aplicaría la chumeliña, me haría “la vístima” y me declararía “perseguido político” como el expresichente Jelipillo que ahora que lo acusan de narco transa se dice igual a Siqueiros, Genaro Vázquez y Valentín Campa. Todo en una videollamada del tipo feminista-fakeminista de Samuel García (el orgullo de Dante Delgado) comiendo una tlayudititititita del chef Olvera a mandibulazo limpio y al ritmo de “Piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera”.
Claro que a diferencia del esposo de Margarita, Enrique y Luis pueden declarar que, a pesar de haber convertido al país en una sucursal de la Estafa maestra, nunca se autolevantaron un monumento como el de la Estafa de luz y si bien produjeron sus telenovelas, jamás hicieron una tan mala como las de García Luna Productions que, para colmo, les llevaba los los chescos al Chapo Guzmán sin que se diera cuenta su bróder de Los Pinos.
Digo, también Peña tiene lo suyito como Chayito Robles, la Loca academia de Javidús y Osorio Chong y su esposa que, según algunos reporteros, se despachó cual Gaviota con la cuchara grande DIF. Por eso se me hace mala onda que muchos prefieran ver en el tambo a Calderón antes que a EPN. Aunque sí me imagino a Felipillo cantando aquello de “preso en la cárcel de los pesos, de Etileno tuentyguán”.
Que se me hace que, con justa razón, Marcelo Odebrecht va a demandar a Lozoya-Peña-Videgaray-Jelipillo por invertir sus sobornos millonarios en asesores extranjeros e influencers chafas y pendejadas que, electoralmente, no sirvieron pa’ ni madres. No se vale.
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@jairocalixto