Cómo ya agarraron a El Gil, presunto líder de los sicarios de los Guerreros Unidos, ya no hay nada que temer ni que dudar, todo será resuelto y aclarado en lo que a los 43 normalistas de Ayotzinapa se refiere. ¡Qué oportuno que todo se va engarzando de manera lógica cada vez que es necesario reforzar la verdad histórica, haiga sido como haiga sido!
Yo solo le pido a Dios que don Gildardo nos explique todo el caso con rigor mitocondrial, sobre todo ahora que al actor Benicio del Toro se le ocurrió decir que la violencia en México se está desbordando, algo no solo improbable, sino imposible.
En ese sentido es importante mantener la narrativa oficial y señalar hacia donde existe el verdadero peligro, es decir, hacia Egipto, donde no solo venadean a los mexicanos, sino que además copiaron los manuales de control de daños del gobierno federal. Qué bueno que la Secretaría de Relaciones Exteriores ya le avisó a nuestros compatriotas que no se les vaya a ocurrir irse a turistear a las tierras de los faraones porque la cosa está más fea que en el PRD, donde los del chuchinero ya se volvieron a apañar todo el poder trepados en la lógica de la ley de Herodes. Y por supuesto el líder moral, don Jesús Ortega, ya anunció que hay que ponerse pragmáticos y aunque les vuelva a pasar con todas sus alianzas dudosas con el PAN, habrán de repetirlas para no perder tan bonita tradición.
Pero no nos perdamos, sobre todo cuando para blindar la situación apareció el que andaba ausente, Aristóteles Sandoval que, de Jalisco para el mundo, en su papel de sirena feliz y líder moral, exige que el gobierno del licenciado Peña rompa relaciones no con OHL ni Grupo Higa, sino con el gobierno del general Abdelfatah Al-Sisi, que anda usurpando al personaje de Murillo Karam.
Solo por eso tendrían que mandarle a El Cairo a Carmelita Salinas en su calidad de representante de la cultura popular. Y que en el paquete acuda Catémoc Blanco para que en algo remotamente parecido al español les explique a los generales por qué no está de acuerdo con un estadista como Graco Ramírez en Morelos.
Si ya agarraron a El Gil, quién sabe por qué el gran escritor Fernando del Paso dijo aquello de que "México se fue a la barranca, y hay que sacarlo de ahí".
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