La muerte ronda a los migrantes mexicanos y centroamericanos que buscan mejorar su calidad de vida, obtener recursos y apoyar a sus familias a partir de las actividades que puedan desarrollar en alguna ciudad o poblado de Estados Unidos.
El llamado “sueño americano” se convierte en tragedia cuando el proyecto de conseguir un trabajo en Norteamérica se traduce en la pérdida de vidas humanas por diferentes circunstancias como accidentes y hasta asesinatos.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde 2014 a este 2022, es decir, en un lapso de ocho años, se tienen registradas las muertes o la desaparición de seis mil 430 migrantes. Del total de migrantes que perdieron la vida, en 850 casos se tienen detectados accidentes o condiciones infrahumanas de viaje.
Tras la muerte de los migrantes, el reconocimiento de sus restos es complicado porque muchos de ellos viajaban con documentos falsos o de otras personas, ya que intentan no ser identificados cuando son detenidos por las autoridades migratorias.
Parte de los migrantes que fallecen en el intento de llegar al país vecino del norte son reconocidos por sus seres queridos, pero un número importante se quedan como desconocidos sin que ningún familiar logre identificarlos.
La tragedia más reciente se presentó la noche del pasado lunes 27 de junio, cuando, desde el remolque de un tractocamión se escuchó una llamada de auxilio. Los socorristas retiraron 46 cadáveres y 16 personas, incluidos cuatro niños, que fueron trasladados a hospitales cercanos. Posteriormente, la cifra de muertos aumentó a 56, entre ellos, 26 mexicanos.
Del total de connacionales reconocidos, 23 cuerpos fueron repatriados; mientras que dos más regresarán al país este jueves; y el mexicano restante, por decisión de sus familiares, se quedará en Estados Unidos.
La coordinación para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de México dio a conocer que los retos de los migrantes regresaron a sus estados de origen, entre ellos, Querétaro, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca y Veracruz.
El grupo de mexicanos fue el más numeroso de víctimas en la tragedia ocurrida en la ciudad de San Antonio. Lo lamentable es que el traslado de migrantes indocumentados en camiones es una práctica cada vez más común y una gran parte de ellos muere sin la posibilidad de ser identificados.