Ante las lamentables condiciones en las que se encuentran los migrantes en las estaciones, el Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación de México está optando por cerrarlas en lugar de mejorar las instalaciones.
Desde antes de la pandemia de la covid-19, organizaciones civiles dieron a conocer que la Estancia Provisional “El Cupape 2”, en Chiapas, presentaba condiciones no dignas para las personas que buscan mejorar sus condiciones de vida.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano dio a conocer que cientos de personas se encontraban en la estancia en medio de diferentes violaciones a sus garantías ante el precario acceso a comida y al vital líquido; además, las condiciones de higiene eran inadecuadas.
De forma adicional, la organización no gubernamental denunció que los migrantes pasaban horas y hasta día sin agua para beber ya que los dos garrafones que les proporcionaban eran insuficientes. De forma adicional, no había alimentos y los más afectados eran las niñas, los niños y los adolescentes.
La estancia provisional había sido habilitada por el Instituto Nacional de Migración en junio del año 2019, en una zona despoblada entre Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo, en instalaciones que se ocuparon la producción de moscas estériles.
Ante las condiciones que se presentaban, las organizaciones sociales exigieron a las autoridades federales implementar medidas para garantizar y aplicar una política migratoria de refugio con un enfoque de derechos humanos, y no de criminalización ni represión.
A tres años de las denuncias realizadas por las organizaciones no gubernamentales, el Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación dio a conocer la determinación del cierre definitivo de la Estancia Provisional Cupapé II.
Las autoridades migratorias dieron a conocer que la medida se tomó “en concordancia con la misión de actuar con pleno respeto y salvaguarda de los derechos humanos de las personas migrantes” y argumenta que la decisión abona al cumplimiento de las leyes y los tratados en materia migratoria.
Con el cierre de las instalaciones, se intenta ocultar un problema y no se impulsa en territorio mexicano una migración segura y ordenada. Al contrario, los migrantes seguirán arriesgando su vida en busca de mejores condiciones.
Jaime Zambrano