En el marco de los problemas económicos y de violencia, una nueva ola migratoria se está presentando desde Centroamérica hacia los Estados Unidos; mientras que en México se registra un repunte de casos positivos de covid-19.
De acuerdo con información del gobierno norteamericano, durante el mes de julio, fueron detenidos en la frontera con México, más de 212 mil 600 migrantes que carecían de documentos para demostrar su estancia legal, la cifra más alta en los últimos 20 años.
Al mismo tiempo, en México, el 18 de agosto, se registraron más de 28 mil casos positivos de covid-19 y el promedio de los últimos siete días, supera los 18 mil, lo que, revela que la pandemia sigue presente.
El riesgo de que resulten contagiados por covid-19, la presencia del crimen organizado o las violaciones a los derechos humanos, no detienen a los migrantes que prefieren arriesgar su vida que seguir en su situación actual.
Las complicaciones económicas y los problemas de violencia se traducen en que, para miles de familias, la única manera de salir sea la migración, aunque sepan que está en riesgo su vida. No se trata de huir de una combinación de factores, sino de mantener la esperanza por un mejor nivel de vida ante la adversidad.
En medio de la nueva ola de contagios, miles de migrantes se encuentran en albergues de la frontera norte de México, esperando a que el gobierno de Estados Unidos les conceda asilo y les otorgue la oportunidad de alcanzar una nueva vida.
Los migrantes viven en incertidumbre porque desconocen el futuro que enfrentarán, aunque existen altas posibilidades de que sus peticiones sean rechazadas. El panorama empeora ante las decisiones judiciales que se están presentando en territorio norteamericano.
En el país vecino del norte, un juez federal de Texas ordenó al gobierno de Estados Unidos que encabeza Joe Biden, que se reactive el Protocolo de Protección de Migrantes, conocido como Permanecer en México, establecido en 2019 por el entonces presidente norteamericano, Donald Trump.
Por ahora, la administración de Joe Biden cuenta con siete días para apelar el fallo, de lo contrario, se tendrá que poner en marcha el programa para que los migrantes de manera automática sean trasladados al territorio mexicano, en lo que se decide su futuro.
En medio de las adversidades y, a pesar de que su vida esté en riesgo, los sueños de los migrantes por alcanzar un mejor nivel de vida se mantienen y su lucha continuará contra cualquier decisión y programas que se establezcan en Estaos Unidos.
Jaime Zambrano