México se colocó como el bloque de contención de los migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos, es decir, en realidad, está funcionando como un muro que evita el paro de un mayor número de indocumentados.
El fenómeno migratorio registró un descenso en la mayoría de los países durante la pandemia de la covid-19; sin embargo, en México, pasó todo lo contrario y se detectó a un mayor número de indocumentados cruzando el territorio sin la documentación correspondiente.
De acuerdo con el reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la llegada de inmigrantes a sus países miembros registró, en promedio, una reducción de 30 por ciento durante el año 2020 que estuvo enmarcado por la pandemia.
La mayor caída de ingreso de inmigrantes se presentó en Estados Unidos donde se registró una reducción de 44 por ciento luego de que durante el año pasado, se registró el arribo de 576 mil personas de otros países, la menor cantidad desde el inicio del presente siglo.
En contraste, México fue el único país de la OCDE que recibió más migrantes en 2020 y se presentó un aumento de 40 por ciento, fenómeno relacionado con el paso de seres humanos que quieren llegar al país vecino del norte en busca de mejores condiciones de vida.
Ante de la pandemia, en 2019, 2.2 millones de personas adquirieron la nacionalidad de alguno de los 37 Estados de la OCDE, cifra que no se había alcanzado nunca y que supuso un aumento de 12 por ciento en comparación con el año anterior.
Estados Unidos es el país con más naturalizaciones al registrar 843 mil procesos, es decir, 38 por ciento del total de las naciones que forman parte de la OCDE. En el país vecino del norte, los mexicanos son quienes más solicitudes de nacionalización realizaron, 14 por ciento del total.
En general, los mexicanos fueron la segunda nacionalidad más numerosa entre los que realizaron procesos de naturalización. Más de 129 mil mexicanos iniciaron su naturalización, cifra que solo es superada por los nacidos en la India.
El panorama de la migración está cambiando y, al mismo tiempo, México está fungiendo como muro de contención de indocumentados que no quieren quedarse en territorio azteca sino en alcanzar el llamado “sueño mexicano”.
México se encuentra en un momento histórico y, hoy más que nunca, cuenta con la posibilidad de dejar de ser el bloque migratorio de Estados Unidos para convertirse en una nación que apoya a los seres humanos sin importar su lugar de nacimiento o residencia ni su destino.
Jaime Zambrano