¿De qué país provienen los transmigrantes que utilizan la ruta que pasa por Puebla hacia la frontera norte de México? ¿Cuál son las razones por las que decidieron salir de sus comunidades de origen?
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y con los albergues que brindan apoyo, Honduras, Haití, Cuba, Venezuela y El Salvador son los países de origen de la mayoría de los migrantes que pasan por el centro de México y, por estados como Puebla.
Aunque no existe un registro de las personas que pasan por el territorio poblano ni por el país, la Comar, institución dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob) del gobierno federal, registra a quienes solicitaron el reconocimiento de su condición como refugiados en México, datos que brindan un panorama sobre el origen de los migrantes.
La Comar registró que Honduras es el país latinoamericano que encabeza la cifra de migrantes que solicitaron refugio en el actual sexenio que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al acumular a más de 172 mil migrantes. En el segundo lugar aparece Haití con 128 mil peticiones de asilo. La tercera posición es para Cuba con 68 mil solicitudes; le sigue Venezuela con 39 mil 230 documentos y El Salvador aparece en quinto lugar con un total de 36 mil.
Al mismo tiempo, en los albergues que brindan apoyo a migrantes y que son atendidos por fieles católicos con el apoyo de los sacerdotes, aprecian que Honduras es la nacionalidad que más se repite entre los migrantes.
Dentro de las razones para migrar, una que se repite en la mayoría de los casos se relaciona con mejorar sus condiciones de vida. Parte de los migrantes se desplazan en busca de trabajo y oportunidades económicas; mientras que otros deciden salir para reunirse con sus familiares o para estudiar. De la misma forma, los transmigrantes revelan que salieron de su país para escapar de conflictos, persecuciones, o de violaciones o abusos de los derechos humanos.
Al final, la migración es un fenómeno que se mantiene y que continuará porque cuando ya no queda nada que perder, la opción es buscar mejores condiciones de vida en otro lugar, derecho que tiene toda persona y nadie puede vulnerarlo.