Ante los migrantes mexicanos que aparecen sin vida en territorio de Estados Unidos, es urgente que se haga justicia y se realicen las investigaciones hasta sus últimas consecuencias para que se encuentren a los responsables y se aplique la ley.
El pasado 20 de febrero de este año, autoridades policiacas de Phoenix, Arizona, encontraron los cuerpos de tres migrantes mexicanos, provenientes del estado de Oaxaca, con marcas de lesiones, en un lote baldío.
Ante los hechos, el 28 de febrero, el Consulado General de México en Phoenix confirmó que las tres personas sin vida tenían la nacionalidad mexicana e hizo un llamado para que se haga justicia para los migrantes.
En el documento, la representación consular dio a conocer que mantiene comunicación con los familiares de los tres migrantes que perdieron la vida, con el objetivo de brindarles asistencia, incluyendo el debido acompañamiento para la eventual repatriación de los restos.
El llamado para que se haga justicia es lo mínimo que puede solicitar un consulado mexicano ante la muerte de tres connacionales y hoy más que nunca es urgente que todo el país levante la voz para exigir que no se repita ninguna agresión contra más connacionales.
Por ahora, el Consulado General Mexicano envió una misiva a la Jefa de Policía de Phoenix en la que exigió una investigación amplia y expedita que permita aclarar las circunstancias en las que ocurrieron los hechos y se realice justicia.
Al mismo tiempo, la administración federal que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por conducto del consulado, condenó los hechos y expresó su confianza en las autoridades policiacas para que se localicen a la persona o a las personas responsables, sean llevados ante la justicia y sean castigadas conforme a derecho.
Al final del documento, el Consulado Mexicano en Phoenix, Arizona, dio a conocer que continuará en estrecho contacto con el departamento de la policía de Phoenix, hasta que concluyan las investigaciones.
De acuerdo con los medios locales, los migrantes que perdieron la vida respondían a los nombres de Herminio Pérez Ramírez, quien tenía 28 años; Isauro Martínez Domínguez, de 21 años, y Abimael Jiménez, de 16.
La muerte de los tres migrantes de origen oaxaqueño es una pena que embarga al país. En esta ocasión, se conocieron los nombres y las edades; sin embargo, existen múltiples casos en donde los migrantes que pierden la vida no pueden ser identificados y terminan como “desconocidos”. ¡Justicia para todos los migrantes mexicanos!
