Y mientas veíamos pasar a una pareja de la tercera edad, que caminaba por Los Portales de la ciudad de Toluca tomados de la mano, mis amig@s y yo llegamos a la conclusión de que algún día nos gustaría estar así. Al parecer todos queremos y pensamos lo mismo: tener una pareja para siempre.
Sin embargo, el número de divorcios va en aumento: según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2012 se registraron 585 mil 434 matrimonios, de los cuales 99 mil 509 se separaron. Desde 1993 se viene observando un aumento en las separaciones, pues al 2011 los casamientos se redujeron en 19.3 por ciento, y los divorcios incrementaron 74.3.
Las causas de desunión siempre han sido variadas, pues de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) realizada en 2011 se arrojaron los siguientes datos: 89.2 por ciento sufría de violencia emocional; 56.4 violencia económica; 25.8 por ciento violencia física y 11.7 violencia sexual... evidentemente estos datos están enfocados a las mujeres; sigo con la intriga de saber cuántos hombres fueron víctimas de algún tipo de maltrato durante su matrimonio, y aquí estoy de acuerdo con el divorcio.
No obstante, creo que hay un porcentaje alto de separaciones debido a que "ya no era la persona que pensé", por lo que de nuevo entro en conflicto. ¿Dónde esta nuestra capacidad de hacer frente a los problemas con la pareja? Para serles franca, la separación es un acto egoísta: es el hecho de darle a entender al otro que no lo aceptas como es y no esperas que cambie, pues tú no vas a cambiar. Y nuevamente me cuestiono... ¿no se supone que el noviazgo es el proceso para conocer a la pareja en todos los aspectos buenos y malos; visualizar si te ves con él o ella el resto de tu vida?
Por eso, si a mí hoy me preguntan ¿te quieres casar?, mi respuesta automática es NO, ya que no he conocido a esa persona que me quite lo egoísta (que todos tenemos) y me haga aceptarlo con todas sus virtudes y defectos pero, sobre todo, que tengamos capacidad de diálogo para hacer frente a todos nuestros problemas. Por eso estoy segura de algo...
¡Si me caso, me caso!
