Gerardito:
El año pasado tu mamá, que es mi amiga o mejor dicho mi hermana me dio la mejor noticia, me dijo que iba a ser tía... ¡Tu tía! Y a inicios de este año llegaste, pero hoy no solamente soy tu tía, sino que soy tu madrina, y te quiero confesar lo siguiente:
Desde la primera semana que nos enteramos que ibas a estar con nosotros tu mamá me dio una noticia que sigo sin entender, me dijo que yo sería tu madrina; te quiero confesar que en ese momento me dio miedo por una simple y sencilla razón, ¿merecía yo tener esa responsabilidad?, porque con tu mamá entendí que no confías a cualquiera tus hijos, y por alguna extraña razón, ella confía en mi con sus dos grandes tesoros.
Y ya casi a un año de tenerte aquí con nosotros, sigo sin entender y a lo mejor nunca entienda qué pasó por la cabeza de tu madre; pero lo que sí puedo deducir es que hoy, me convertí en tu guía, tu protectora, tu defensora y muchas cosas más.
A lo mejor todavía no comprendo la complejidad del gran compromiso que he adquirido contigo, a lo mejor nunca lo voy a entender por completo; pero de algo estoy segura, haré mi mayor esfuerzo por estar a la altura de ser tu tía y madrina; todavía no entiendo lo que es el amor de una madre a su hijo; pero hoy puedo llegar a entender lo que es el amor de una tía a su sobrino, de una madrina a su ahijado.
Así que te quiero decir que:
No puedo prometerte bajarte el cielo, las estrellas o la luna, porque eso nunca lo podré hacer, tengo que ser realista; pero lo que sí te puedo prometer y asegurar es que te voy a querer y amar de manera incondicional; estaré contigo hoy y siempre; para que pueda cuidar en todo momento cada paso que das en tu vida, y si llegas a caer, estar ahí para ayudar a levantarte...y de acuerdo a lo que he aprendido, enseñarte a caminar por la vida con pasos firmes para que no vuelvas a caer; prometo enseñarte que de cada situación que vives, hay algo que aprender, algo que mejorar. Te enseñaré a reírte de la vida, porque solamente son momentos valiosos.
Esto es lo que te puedo prometer hoy, porque estoy segura de algo:
¡Estas palabras de amor, no son en vano!