La administración, se ha dicho, es consecuencia de la ingeniería industrial; por tanto, no es raro que sean profesionales de esa rama sus precursores. De estos, el ingenieroHenry Fayol desarrolló 14 principios que sirven de guía para el adecuado manejo de quien maneje cualquier empresa.
¿Es cuestionable la vigencia de dichos puntos, elaborados hace más de 100 años? Algunos sí tienen aplicación actual.
Ejemplo: uno de ellos se refiere a que la remuneración que reciba el obrero sea proporcional con su labor, cosa que en la administración pública no aplica, pues sabemos de los sueldos estratosféricos que se han manejado por malsana tradición.
Y en las empresas privadas, lo contrario: hay quienes laboran de las 7:00 hasta las 23:00 horas y perciben un raquítico pago de 130 pesos diarios.
Otro punto es el orden, definido como un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar. En su empresa, ¿hay orden? Porque también se aplica a las personas que laboran ahí: ¿está la persona adecuada al puesto que ocupa? Los cargos públicos, ¿son laborados por individuo con un perfil acorde con sus funciones?
Otro principio es la equidad, que marca que el administrador debe ser equitativo con su personal: donde usted trabaja, ¿hay gente consentida que independientemente de su productividad, se le permitan hacer más de lo que debe hacer?, ¿qué hace cuando en su empresa, el gerente general, defiende a un director de área, cuando este es acusado de haber realizado actos deshonestos en el pasado?, ¿qué pasa en el ambiente laboral cuando el amiguismo brota de la manera más obvia?
Vemos cómo sí pueden ayudar a los administradores (tanto públicos como privados) parte de estos 14 principios, y qué aplicación adecuada permitirá a los negocios ser productivos.
