En los últimos dos meses he visto en el consultorio y recibido llamadas de pacientes solicitando atención por fatiga generalizada y dolor en articulaciones al regresar a sus rutinas en el gimnasio y deportivas posterior a haber sido vacunados contra covid-19.
Sabemos que todas las vacunas pueden generar diversas reacciones las cuales pueden ser de intensidad variable dependiendo de la relación agente-huésped, es decir, de la respuesta inmunológica de cada persona. Por lo general las molestias son pasajeras y responden bien a medidas básicas como el reposo y la toma de analgésicos de primera línea.
Otra pregunta frecuente ha sido, ¿cuándo regresar a las rutinas de actividad física después de haber sido vacunado y que es lo que pueden hacer?
No hay una respuesta única para todos. Les comparto las recomendaciones que he escuchado de varios expertos en virus para ayudarles a decidir qué actividades hacer y qué evitar.
Comencemos con una situación específica. La recomendación para que las personas completamente vacunadas reanuden actividades en los gimnasios.
A pesar de que en los gimnasios se apliquen todas las medidas de sanitización recomendadas, los gimnasios y las clases de fitness en interiores son una de las fuentes más riesgosas de propagación viral tanto para las personas no vacunadas como para quienes sí lo están.
Como precaución contra covid-19, todos los equipos deben estar separados por al menos dos metros, pero el riesgo está en que, actualmente en los gimnasios, las personas no usan cubre bocas lo que facilita la expulsión de partículas contaminadas que flotan en el aire y pueden ser respiradas por cualquiera de los presentes.
Hay muchas historias de casos que al inicio de la pandemia se presentaron antes de que las personas pudieran vacunarse, pero es una lección de por qué las clases grupales de gimnasia, que a menudo fomentan resoplidos y resoplidos de alta energía en aulas mal ventiladas, presentan un desafío tan abrumador para el control de infecciones. Es poco probable que una persona vacunada se enferme después de asistir a una clase de gimnasia grupal, pero el riesgo de infección es ciertamente mayor en una clase de gimnasia en interiores que en la tienda de comestibles o la biblioteca local.
Entonces, ¿cómo debería decidir qué hacer? El consenso de los expertos es que la vacunación debería ayudarnos a volver a gran parte de su vida normal, con algunas precauciones razonables, como seguir usando el cubre bocas en el transporte público o en una tienda o cuando se desconoce si las personas que te rodean están ya vacunadas
La vacuna protege de enfermedades graves y hospitalizaciones, ninguna vacuna ofrece una protección del 100 por ciento. Considere su riesgo personal y el riesgo de quienes viven con usted.
Más vale prevenir.
Ignacio Cardona