En Gran Bretaña se está gestando un movimiento ciudadano y político en torno al Brexit. Ahora, el debate gira en torno a la posición de diversos sectores de la sociedad que buscan evitar la separación de la Unión Europea, ante el impacto que significará su eventual consolidación.
Fue en junio del 2016 cuando los británicos mediante un referéndum decidieron salir de la UE. Con un cerrado resultado, donde el 51.9% apoyo el brexit, contra un 48.1% que votó por continuar formando parte de la comunidad europea.
A menos de dos años de esta noticia, que presagió un cambio drástico en las zonas económicas regionales, resulta muy interesante observar como con el avance de las negociaciones con Bruselas, la sinergia social ha ido conformando incluso la formación de un nuevo partido político.
Nombrado “Renew”, e inspirado en el movimiento “La República en Marcha” del Presidente francés Emmanuel Macron, esta organización política está captando respaldo de los ciudadanos que le están dando la espalda a los partidos tradicionales, impulsando candidatos independientes con un sólido mensaje anti-Brexit.
Ahora, está en la agenda pública la propuesta de realizar un nuevo referéndum como una salida a la situación, sobre todo ante las pugnas que existen al interior del Partido Conservador sobre el modelo de país después del Brexit, sin que se logren avances y a tan sólo ocho meses de que se venza el plazo para alcanzar un acuerdo con Bruselas.
Pero ante el crecimiento de la demanda social y de diversas organizaciones de volver a consultar, los conservadores y laboristas se han instalado en una posición inamovible de respetar el resultado del referéndum del 2016, y oponiéndose a someter el Brexit a una revalidación.
Esta postura se entiende si se revisa que el electorado joven se ha manifestado con una fuerte oposición al Brexit. Ya en la consulta, el 75% de los votantes de 18 a 24 años votó por la permanencia. Y en estos casi dos años, se han incorporado al padrón un millón de personas que eran menores de edad y hoy ya pueden votar. La balanza demográfica, en caso de que hubiera una nueva consulta, se inclinaría claramente a los partidarios de continuar en la UE. Como podemos observar, la decisión del futuro de la Gran Bretaña está en los ciudadanos, que han logrado hacerse notar y van impulsando su propia agenda, al margen de los partidos tradicionales. Y también, con un papel determinante, los jóvenes, que ahora más que nunca deben entender que su opinión y sus votos son determinantes para el futuro de todos, ¿no cree Usted?