Política

Disciplina

Precisamente antes de empezar a escribir esta colaboración leí una cita que hablaba de la disciplina y, así como es la vida, todo aquello que había investigado para esta columna, en un tris-tras cambió para hablar sobre la disciplina.

Tirios y troyanos están de acuerdo en que sin disciplina no se logra nada.

Disciplina acepta varios sinónimos: tenacidad, constancia, perseverancia, fuerza, fijeza, entereza, tesón, método, orden, regla, pauta.

Es un sustantivo, en tal sentido la disciplina necesita complementos para tener sentido, la palabra por sí sola no tiene significado; sin embargo, al ver los sinónimos, la palabra disciplina me refiere a una acción que requiere mucho esfuerzo.

No pocos asocian la disciplina al dolor, sufrimiento, angustia, congoja o malestar, y es que la disciplina es la Reyna del cambio personal.

Cuando hablamos de cambiar hábitos sabemos que lo único que se necesita es disciplina, y ahí vamos a cambiar acciones para tener resultados diferentes. En principio parece que las cosas pueden resultar, nos encontramos motivados, hay una razón para buscar el éxito en aquello que nos propusimos, pero poco tiempo después nos damos cuenta de que nos “falta” disciplina.

Lo entrecomillo porque la disciplina no es un artículo que se venda o que nos “haga” falta, la disciplina es la voluntad y la voluntad es no cambiar el pensamiento, no buscar caminos diferentes o de plano metas diferentes.

Sí, la disciplina se entrena, es como un dínamo (generador de electricidad), entre más rápido vaya más electricidad habrá; así la disciplina, entre más la utilices mayor será el beneficio y -es una obviedad- más disciplinado serás.

Dice Hegel que: “El hombre es lo que debe ser, mediante la educación, mediante la disciplina”, es decir, para Hegel no existe la educación sin la disciplina.

La disciplina es dominio de tu persona y de lo único que tienes dominio hoy y siempre es de tus pensamientos, la única disciplina que necesitas es aprender a dominar tus pensamientos, ¿Y eso por qué, Hugo?, pues bien, los pensamientos producen emociones, las emociones te impelen a expresarlas, esa expresión siempre es una acción y esa acción te da un resultado.

Así que, si buscas un cambio, disciplina tu pensamiento y actúa en congruencia con ese pensamiento, ¿Es fácil?, ¡Nunca!, pero es la única forma.

Aristóteles escribió que, “Somos lo que hacemos repetidamente; por tanto, la excelencia no es un acto, sino un hábito”, ¿y qué es la disciplina sino la repetición de una acción?, no existe un logro verdadero que no se haya dado por la duplicación de un esfuerzo.

Por último, y no menos importante, disciplina es amor, así lo describió la Madre Teresa de Calcuta. “La disciplina es el mejor amigo del hombre, porque ella le lleva a realizar los anhelos más profundos de su corazón”

¡Abrazos todos!

Hugo Mauricio García

www.johncmaxwellgroup.com/hugogarcia


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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