La transmisión del conocimiento es una habilidad fundamental que todo líder debe poseer. No solo implica enseñar con el ejemplo, sino también saber cómo "empaquetar" ese conocimiento y transmitirlo de manera efectiva y eficiente.
Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) desempeñan un papel crucial en la economía mexicana; son responsables de 72% de los empleos en el país. Estas empresas varían en tamaño, desde las micro, con menos de 10 trabajadores, hasta las medianas con un máximo de 250.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que hay 4.9 millones de Pymes en México, y en 2021 se registró el nacimiento de 1.2 millones de ellas. Estos números son relevantes especialmente porque el liderazgo en estas empresas suele estar limitado, con equipos que rara vez superan los 10 colaboradores.
Por lo tanto es de suma importancia adquirir los conocimientos necesarios para la correcta transmisión de ideas, palabras y saberes. Un líder en este contexto debe familiarizarse con la teoría de la enseñanza y desarrollar habilidades sólidas de comunicación, tanto verbal como escrita.
Hablando específicamente de la teoría de la enseñanza, nos adentramos en el terreno de la pedagogía. Un líder siempre ejerce un rol educativo, y aunque pueda no ser un pedagogo profesional, debe tener herramientas adecuadas para ejercer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Solo por compartir te dejo algunas ideas de "El arte de enseñar", de Gilbert Highet; es una obra que, aunque dirigida principalmente a profesores, ofrece valiosas recomendaciones que pueden aplicarse por cualquier persona interesada en comunicar conocimientos de manera efectiva. Al leerla, se descubren consejos que no solo informan, sino que también inspiran una enseñanza más impactante y significativa.
Highet invita a explorar la importancia de la claridad y la organización al presentar información. Al estructurar los mensajes de manera lógica y comprensible, se asegura que los receptores puedan absorber el contenido de manera más efectiva.
La pasión y el entusiasmo también ocupan un lugar destacado en su reflexión. Transmitir emoción por el tema que enseñamos puede contagiar a nuestros estudiantes y hacer que el aprendizaje se vuelva más cautivador y memorable.
Otro punto clave es la adaptación al público. Reconocer las necesidades y características de los estudiantes nos permite ajustar nuestra metodología de enseñanza para garantizar que sea relevante y accesible para ellos.
Highet también alienta a utilizar ejemplos y analogías para ilustrar conceptos abstractos. Estos recursos no solo hacen que el contenido sea más comprensible, sino que también lo hacen más interesante y atractivo para los estudiantes.
El fomento del pensamiento crítico es otro pilar fundamental. Invitar a los estudiantes a cuestionar, analizar y reflexionar sobre la información que reciben no solo fortalece su comprensión, sino que también los empodera como aprendices activos y autónomos.
Finalmente, el autor enfatiza la importancia del feedback constructivo. Proporcionar retroalimentación alentadora y específica ayuda a los estudiantes a identificar áreas de mejora y a sentirse motivados para seguir aprendiendo y creciendo.
Al adoptar estos principios y estrategias, podemos enriquecer significativamente la experiencia de aprendizaje y la transmisión de conocimientos en cualquier entorno educativo o profesional.
¡Abrazos todos!