En esta cuarta entrega de las áreas de desarrollo en las que el líder debe poner atención, vamos a platicar sobre Entorno físico / Fe y confianza
Entorno Físico
¿Cómo es la ciudad donde vives? ¿Tu colonia? ¿Tu casa? ¿Tu cuarto? ¿Tu clóset? y si hablamos del lugar donde trabajas ¿El edificio donde laboras? ¿Tu oficina? ¿Tu espacio de trabajo? ¿tu escritorio?
Todas tus acciones hablan de tu personalidad, de tus hábitos, y si bien existen cosas o situaciones que no puedes cambiar, muchas otras solo requieren un poco de disciplina para forjar nuevos hábitos, entre estas cosas que sí puedes cambiar está tu entorno físico más cercano: tu clóset, tu cuarto y tu casa, además de tus escritorio o lugar de trabajo, tu oficina, tu automóvil.
Cuando se habla de entorno físico en el desarrollo personal se habla de un tema con fundamento científico, porque si bien tu personalidad crea tu realidad personal, también lo contrario es cierto: tu realidad personal (entorno) crea tu personalidad y hay un momento en que te fundes; tú y tu entorno son uno mismo. Si tu deseo es cambiar debes introducir cambios en tu entorno, para que te sientas diferente, seas otro y no veas lo mismo que observas todos los días. Cambia tu entorno y tu personalidad le seguirá los pasos.
Fe y Confianza
Fe. Me detengo y vamos a profundizar en esta palabra que no tiene nada de religiosa, muchos le hemos dado esa connotación y aquellos que no creen en un poder superior, la rechazan.
Para quitarle esa carga vamos a desmenuzar la palabra:
“La fe muestra la realidad de lo que esperamos, es la evidencia de cosas que no podemos ver.”
La fe es certeza. En el camino al logro de todos tus ideales, de tus sueños, de tus anhelos, tu compañera de viaje es la Fe. La raíz de la palabra FE es lealtad y la palabra confianza tiene su raíz en la palabra Fe y significa “con toda lealtad” y la raíz de la palabra Lealtad significa “cualidad de ser respetuoso de la ley”, entonces, si tú te fijas en estos tres elementos la Fe es vivir con lealtad, la Fe es vivir dentro de la Ley. La Fe no es un acto místico.
Vivir sin fe es dejarse arrastrar por las olas, es como subirse a un carro, encenderlo, poner la velocidad, acelerar y no tomar el volante. Cuando tú tomas el volante, sabes exactamente a dónde vas. Es más, desde que tomas las llaves sabes cuál es tu destino, pues vivir sin Fe es como NO tomar el volante del auto.
La Fe requiere de tu acción. No es que tengas Fe y estés acostado esperando a que la Fe obre milagros; la Fe se refuerza a través de la acción y de la imaginación. Nunca, nunca, nunca dejes de tener Fe; sé confiado, sé leal, vive la vida de acuerdo con LA LEY, la ley del universo, la ley del que todo lo puede, la ley del único, la ley de Dios como lo quieras llamar.
Un líder vive en la FE
Abrazos, ¡todos!
