El ensayo “El contrato social o los principios del derecho político”, publicado en 1762 por el polímata suizo (quien posee sapiencia en todo, en latín “homo universalis”) Juan Jacobo Rousseau, 1712-1778, nos habla de que “El hombre ha nacido libre, sin embargo, vive entre cadenas. Él, que se considera amo, no deja de ser menos esclavo que los demás.” Para que acabe, debe “Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, por lo cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca libre.” Indica que “La solución la da un Contrato social.”
Rousseau es uno de los principales fundadores de la democracia moderna (del griego, demos, pueblo, y kratos, poder. Clístenes, el ateniense, es el padre de la democracia antigua) Rousseau influyó “En todos los movimientos de independencia de Hispanoamérica”.
Además, su obra ofendió “Al clero y a la realeza, pidieron su arresto.” Se sabe que “Rousseau recibió una carta de la duquesa de Luxemburgo que decía: “recoge tus papeles y huye”. Días después, su libro pedagógico Emilio “Es quemado en público, en París; y prohibido el 1 de junio de 1762.” Ante este acoso “Sus amigos niegan haber leído el Contrato social o el Emilio.”
La obra es del género ensayo: “Texto en prosa que analiza, interpreta, y evalúa un tema. Está dentro del género didáctico. Sus características son que se trata de un “Escrito fundamentado que sintetiza un tema. Su finalidad es argumentar una opinión presentando evidencias sustentadas.”
La Politología es la “Ciencia social que estudia la teoría y práctica de los usos políticos en la sociedad. Su objetivo es establecer, a partir de la información de hechos de la realidad política, explicaciones lo más acertadas posibles acerca de su funcionamiento. Se encarga de analizar las relaciones de poder que se encuentran inmersas en un conjunto social”.
Vayamos a la obra: inicia con la explicación que la familia es la más antigua de las sociedades, la compara con una sociedad política, el jefe es el padre, los hijos, el pueblo, nacen iguales y libres: “Y la única natural; sin embargo, los hijos no permanecen ligados al padre más que durante el tiempo que tienen necesidad de él. Tan pronto como esta cesa, los lazos naturales quedan disueltos. Si continúan, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente, y la familia misma, no subsiste más que por convención. Esta libertad común es consecuencia de la naturaleza humana.”
Luego nos habla del “derecho del más fuerte” y cómo se tomó el poder de este modo: “Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad, cuando más de prudencia. La fuerza no hace el derecho, sino los poderes legítimos.”
Nos dice que “la guerra no es una relación de hombre a hombre, sino de Estado a Estado, en la cual los individuos son enemigos accidentalmente”.
De la esclavitud señala que “Puesto que ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante y que la fuerza no constituye derecho alguno, quedan solo los acuerdos como base de toda autoridad legítima sobre los hombres”.
Sobre la libertad: “Una persona no puede renunciar a su libertad porque renuncia a los derechos de la humanidad y aun a sus deberes, despojarse de la libertad es despojarse de la moralidad”.
Para una armonía general propone que “Dándose cada individuo a todos no se da a nadie. Este acto de asociación se convierte en un cuerpo colectivo, compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea. La persona pública que se constituye así, toma el nombre de República, el cual es denominado Estado. En cuanto a los asociados, estos toman colectivamente el nombre de Pueblo y particularmente el de Ciudadanos como partícipes de una autoridad soberana”.
Cerraremos nuestro análisis indicando que Rousseau además expone que su Contrato social debe ser inalienable e indivisible, y que las leyes las deben hacer legisladores honestos y obligados con todos y reafirma: “Porque la voluntad general es indestructible.”