Cultura

Casi el Paraíso

  • LUNES DE RAMOS
  • Casi el Paraíso
  • Heriberto Ramos Hernández

A Luis Spota lo leí todo antes de cumplir diez años.

En mi libro “El interés más sincero” cuento cuando mi madre me regaló aquella colección que publicó Grijalbo.

Allí también menciono por qué mi preferido es “Los días contados”.

La biografía socarrona de un gobernador y general del Ejército en aquel país que nos retrató.

Hace algunos meses los columnistas políticos revivieron a Spota y muchos politólogos novatos andaban descubriéndolo apenas.

La razón es que el estilo personal de gobernar de López Obrador recuerda mucho a Luis Echeverría y a López Portillo.

Esos años perdidos de populismo, de demagogia y de crisis económica que en el serial “La costumbre del poder” Spota plasma en una crónica mordaz, tan exacta como necesariamente encubierta.

Pero Spota no sólo exhibió la entraña del poder político. Sus intereses y sus alcances narrativos fueron mayores.

Recordemos, “Mas cornadas da el hambre”.

Una postal literaria de toros y de toreros, del mundo taurino de la época, de María Félix en el primer tendido atendiendo la dedicatoria del Matador.

Y un dueto imprescindible: “Casi el Paraíso” y “Paraíso 25”.

El primero una mofa sobre el aldeanismo y la superficialidad de los rituales sociales de la “clase alta” del México setenta-ochentero.

El segundo la crónica veinticinco años después de los Juniors de la política y de los negocios corruptos al amparo del gobierno.

Leer y releer a Luis Spota divierte sí, pero también confirma ese lugar común de que en México todo cambia…

Pero que todo sigue igual.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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