Una excelente noticia surgió de la NFL en días pasados, los Raiders de Las Vegas han hecho historia al nombrar a Sandra Douglass Morgan su nueva presidenta. Un hecho sin antecedentes en la Liga, porque es la primera mujer afroamericana que llega a este escaño.
El tema se ventiló merecidamente en todos los medios; me llama la atención que si bien Douglass Morgan sí es una representación de un sector de la sociedad que no tenía acceso a estos niveles directivos, por otro lado debería quedar claro que su nombramiento no es por ningún motivo una obra de caridad, ni un mero ejemplo de igualdad de derechos, ni porque “es mujer”. Ella llegó ahí por méritos, por su capacidad, por lo que tiene de experiencia y por todo lo que puede ofrecer como directiva de este equipo.
Está muy bien celebrar que se van abriendo esas duras y absurdas fronteras raciales y de género, es algo muy positivo, pero insisto, no hay que confundir eso con que “a fuerzas” debe haber o no mujeres, personas de distintas razas o preferencias. En el mundo laboral lo que debe aplicar para triunfar es la capacidad, responsabilidad, productividad y todo eso es ajeno a ideologías o perfiles étnicos.
No creo que si le preguntan ella diga que llegó a ese nivel por un derecho racial, ella sabe que es la mejor laboralmente hablando para ese puesto y por eso la seleccionó el dueño del equipo para este delicado y estresante trabajo.
Debemos aprender a subir niveles en base a logros, no solo por balancear una representación grupal, por eso es importante que no se confunda una noticia tan buena con temas que no aplican. Reitero, esta señora es presidenta de los Raiders porque se lo ganó laboralmente, y sí, seguramente trabajó más que otros candidatos; y sí, tal vez haya sufrido impedimentos por algún tipo de discriminación, tal vez le costó el doble de esfuerzo, pero su nombramiento no es por ningún motivo un favor racial ni de género, ella ha sido persistente y fue la primera persona afroamericana en ocupar el cargo de presidente de la Junta de Control de Juegos de Nevada. Fue también la primera abogada municipal afroamericana en Nevada. Su trabajo es su estandarte, no su género ni raza.
Su ejemplo con este logro es decirle a todo el mundo que, sí se puede, que ya se puede, que ella sí pudo y nadie la detuvo. Su ejemplo es también de mucho valor para enseñar a las y los jóvenes sobre el camino el éxito sin prejuicios. Muy bien por los Raiders en reconocer el talento sin barreras ideológicas. El mundo de las libertades se mueve lento, pero se mueve.
Y de ahí... a lo que sigue.
Twitter: @herbertodlarosa