Hace siete años, un grupo de personas llegó al Congreso a pedir una ley sobre movilidad y seguridad vial y se encontraron con que los legisladores no tenían facultades para ello, por lo cual iniciaron un camino difícil, largo y complicado, pero que llevó a modificar la Constitución para incluir en ella el derecho a la movilidad, hace justo un año.
Una vez que el nuevo derecho quedó consagrado, se abrió paso a la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
Habrá quien piense que es solo un papel y que nada cambia con la aprobación de una ley, pero la realidad les mostrará lo contrario y lo valioso de este conjunto de voluntades.
Un camino en donde fueron clave muchas personas, por lo que es obligado contar un poco de algunas de ellas y qué aportaron en este proceso, aun con el riesgo de omisiones.
Las primeras impulsoras fueron el grupo coordinador de la coalición Movilidad Segura, Alejandra Leal, Areli Carreón, Daniela Zepeda y Paola Lara, quien fue secretaria técnica de la primera Comisión Especial de Movilidad. Todas ellas lucharon y superaron los obstáculos para volverla realidad, auxiliadas en la comunicación por Agustín Martínez y Majo Sendra.
Una ley general es de cumplimiento obligatorio y los estados tienen que armonizar su legislación a partir de ella. Entre las y los legisladores que intervinieron están las senadoras Patricia Mercado, en primerísimo lugar, y junto a ella Nancy de la Sierra, Xóchitl Gálvez, Emilio Álvarez Icaza, Eli César Cervantes y Gilberto Herrera, además de Martí Batres, quien presentó la iniciativa original junto con Mercado, sin dejar de incluir a los pioneros Pilar Lozano y Jonadab Martínez.
Sin el testimonio de las familias de las víctimas hubiera demorado mucho más todo el proceso. Por eso debemos un agradecimiento enorme a Gabriel Paredes (padre de Montserrat), Luz Elena y Ramón (madre y padre de Manu Vara), a Elsa (mamá de Jacinto), Alma Chávez (mamá de Marisol), Marcela (mamá de Chema), Esther Soto (hermana de Gaby), entre otras que rindieron testimonio y sensibilizaron a los legisladores de la necesidad de evitar la repetición de tragedias.
Y desde los grupos organizados de la sociedad participaron Céntrico, con Xavier Treviño; Refleacciona, con Valentina Ochoa y Sajidh de la Cruz; por El Poder del Consumidor, Stephan Brodziak; en accesibilidad Laura Bermejo y Ceci Guillen, de Libre Acceso y Primera persona; además de Saúl Alveano y Clara Vadillo, por el ITDP, y Javier Garduño y Mariana Orozco por Sedatu.
El trabajo de los expertos Quetzalli Ramos, de Polithink, así como Salvador Saveedra y Paco de Anda, como también Nancy Sánchez y Ana Lilia Rivera de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda fue sustancial.
Todos ellos y muchas personas más pusieron incontables horas de sus días para lograr que se aprobara la ley. Que quede constancia.
La Cámara de Diputados recibió ya el texto para su revisión y aprobación, y aunque no alcanzaron a discutirla antes del cierre del periodo, en febrero próximo tendrán que aprobarla para respetar el proceso de construcción colectiva de esta nueva herramienta.
Héctor Zamarrón
@hzamarron