Hace 12 años se lanzó el programa de bicicletas públicas compartidas denominado Ecobici, un sistema de transporte individual que rebasó las expectativas y ha logrado mantenerse durante tres gobiernos distintos.
Ecobici logró instalar la idea de que es posible moverse en bici a pesar de las complejidades de una ciudad como la de México, gracias a que no surgió sola, sino en compañía de programas como Muévete en Bici, la Biciescuela, la ciclovía de Reforma, el Ciclotón y, sobre todo, el empuje de la sociedad civil.
Ecobici comenzó en 2010 con un millar de bicicletas en 84 cicloestaciones; hoy en día tiene 6 mil 800 bicicletas y 480 estaciones, con planes de expansión que lo harán seguir siendo el mayor sistema de su tipo en Latinoamérica.
No es sencillo ni instalar ni operar un sistema de este tipo, lo que explica que apenas existan en una decena de ciudades y no todas con buenos resultados.
Un caso exitoso es Guadalajara, donde MiBici logró algo que no tiene el valle de México, su carácter metropolitano, lo que es resultado de un proceso social que ha permitido rebasar el ámbito municipal. Por eso se encuentra instalado también en Zapopan y Tlaquepaque. Con sus 3 mil 200 bicicletas y sus 300 estaciones es el segundo sistema de su tipo en México.
Otro sistema exitoso es Muévete Chilo, la compañía de bicis públicas que opera en Mazatlán, por parte de V-Bike y con acompañamiento técnico de la consultora Bike N City. Su instalación llegó junto a la par de la construcción de 30 kilómetros de ciclovías para el puerto.
En cambio, el proyecto de bici pública de Los Mochis, también de Muévete Chilo, fue un fracaso. Hoy en día apenas si quedan algunas bicis polvorientas y arrumbadas en los ciclopuertos, instalados también con la asesoría de Bike N City y el gobierno del estado. En Culiacán, donde también se buscó instalar el Muévete Chilo, el alcalde se opuso y se frustró el proyecto.
Huizi, en Toluca, no tuvo mejor suerte, pues la bici pública de la capital del Edomex languidece entre el desinterés de los gobernantes y la falta de aceptación.
En León fracasó el proyecto Bici Pública impulsado por Mobike México, empresa que subsidió el inicio de operación durante la pandemia, cuando se registraron más de 45 mil viajes, pero las nuevas autoridades no parecen estar interesadas en este proyecto.
La bici pública, sin embargo, tiene futuro. Ciudades como Mérida y Juárez, situadas en extremos opuestos de la geografía nacional y con condiciones climáticas contrastantes, tienen listos los estudios para lanzar sus propios sistemas de bicicletas compartidas.
En Juárez, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología tiene un proyecto para instalar un sistema de bicicleta pública con 100 estaciones que cubran el noroeste de la ciudad, incluyendo el parque de El Chamizal.
En Mérida, también hay condiciones favorables para implementar un plan que tiene al menos cuatro años guardado y que, con la construcción de la ciclovía Montejo y el plan de 71 kilómetros de ciclovías, permitirían hacerlo realidad a pesar del obstáculo que muchos ponen a la bici en tierras calurosas: el sol.
Así que ¡felicidades a Ecobici y ¡larga vida a la bici pública!
@hzamarron