El voto se ha convertido en una de las armas más poderosas en la rendición de cuentas. A través de las elecciones, los ciudadanos premian o castigan a los gobiernos. En México, la alternancia en los gobiernos federal, estatales y municipales demuestra que el pueblo puede deshacerse pacíficamente de lo que considera malos gobiernos o premiar a quienes han tenido un desempeño aceptable, gracias a la reforma electoral que permite la reelección de presidentes municipales, senadores y diputados.
Han surgido campañas que hacen un llamado al "voto útil", un término que suele ser sinónimo de la incapacidad de obtener la mayoría de los votos por méritos propios. El llamado al voto útil se hace cuando las cuentas no salen y se estima que no se alcanzará la mayoría suficiente para ganar.
La pregunta es, ¿voto útil para quién o para qué? Evidentemente, el voto será útil para aquellos que lo promueven. Este concepto no es más que pedirle al elector que no vote por una opción que se estima no ganará y, en su lugar, vote por quien consideran que podría ganar si recibe apoyo adicional.
Desde esta perspectiva, la utilidad del voto la define el elector. Los votos son vitales para que los partidos políticos conserven su registro; se requiere al menos el 3% de los votos en la elección para lograrlo.
En Jalisco, fue evidente que durante gran parte de las campañas locales, Movimiento Ciudadano (MC) no promovió abiertamente el voto por Xóchitl Gálvez a la presidencia, pero guardó silencio. Y como dice el dicho, "el que calla, otorga". Fue solo hasta hace poco que comenzaron a pedir el voto por Jorge Álvarez Máynez. La campaña de “voto útil” promovida por “Confío en México”, que promueve un voto cruzado entre Pablo Lemus y Xóchitl Gálvez, resonó entre los emecistas de Jalisco.Sin embargo, algo no cuadraba. Las cuentas no salían y esto parece haber obligado a MC a dar marcha atrás, desligándose de dicha campaña y comenzando a promover a Máynez.
El Castigo a MC
Desde la perspectiva de quienes piensan que MC ha cometido errores, el voto útil se convierte en un látigo. Es la oportunidad de castigar a un gobierno que ha dejado cabos sueltos, que ha enfrentado crisis hídricas, que ha visto crecer la inseguridad y que ha titubeado en sus decisiones. El voto útil, en este caso, es un grito de descontento, una llamada de atención. Es la esperanza de que un cambio de timón pueda enderezar el rumbo.
La barrera contra Morena
Para otros, el voto útil es un muro infranqueable. No quieren que Morena, con su color guinda y su líder popular, cruce la frontera de Jalisco. Ven en el partido de López Obrador una amenaza, un riesgo para la estabilidad y la tradición. El voto útil, desde esta perspectiva, es un escudo. Es la manera de evitar que las olas de la 4T lleguen a las playas jaliscienses.
En consecuencia
Al final, el voto útil es un reflejo de filias y fobias. Es la expresión de preferencias, de creencias y temores. Pero todo proyecto que se construye y se sustenta desde la base de criticar al opositor, en lugar de proponer y demostrar con hechos que son mejores, preocupa. No es, ni debería ser confiable, todo proyecto que su único argumento es, los de enfrente son malos, no hay que dejarlos llegar.
En realidad, el voto útil, debería ser útil para premiar o castigar al gobierno en turno, sin importar el color de su bandera. El voto útil, en su esencia más pura, debería ser un faro que guíe hacia la mejora, hacia la rendición de cuentas. Pero en esta sinfonía política, las notas se entrelazan y se confunden. Pero, sin perder de vista, que los hechos dicen más que mil palabras.