Contrario a la frase que le gusta repetir a Pablo Lemus, Esquer anda mal y de malas, pues no las trae consigo. Sin embargo, el problema no es Esquer. Lo que le sucede al aspirante al Senado por MC en Jalisco es el resultado de un pleito irreconciliable entre el Alfarismo, encabezado por el gobernador Enrique Alfaro, y el grupo que controla la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano.
A manera de contexto, recordemos que el gobernador de Jalisco, fiel a su estilo, no ha callado al dar a conocer su descontento con la forma en que se han estado tomando las decisiones en Movimiento Ciudadano. Y que entre estos desencuentros que se han hecho públicos, en su última entrevista concedida a un diario español, Alfaro hizo clara alusión a Rafael Valenzuela, sin necesidad de mencionar su nombre. Valenzuela años atrás hacía mancuerna con Alfaro en campañas políticas y de gobierno, sin embargo, migró a tierras norteñas como aliado de Samuel García.
Cuestión que no tiene muy contento a Alfaro, ya que es claro y notorio el divorcio entre el Alfarismo y Movimiento Ciudadano Nacional. De hecho, es un secreto a voces que hay negociaciones para apoyar la candidatura de Xóchitl Gálvez en lugar de votar por Álvarez Máynez. Esta situación evidentemente no tiene contento a Dante Delgado. Por ello, se explica que hayan dejado solo a Esquer en su lucha por defender su candidatura.
Parece ser que Esquer se encuentra en un laberinto sin salida, y como comencé la columna, mal y de malas.
Primero, porque el INE dio a conocer los informes de fiscalización en precampañas a cargos federales, destacando que Alberto Esquer gastó 2.4 MDP, es decir, fue quien más gastó en Jalisco y el tercero en el país dentro de los aspirantes de todos los partidos políticos.
Por su parte, Carlos Lomelí ya promovió un recurso para que se le exija retirar toda la propaganda pagada por Alberto Esquer, quien esperaba que su gasto rindiera frutos en su precampaña. Sin embargo, no contaba con que el INE le cancelara su candidatura, que según se comenta, el representante de MC ante el INE no dijo nada, es decir, lo dejó pasar. A ello habría que sumarle que hay encuestas que colocan a MC y a Alberto Esquer en un segundo y hasta tercer lugar en la contienda por la senaduría.
Pero, por si eso fuera poco, ayer el Tribunal Electoral, última instancia en la materia, “desechó de plano” el juicio de protección de los derechos político-electorales ciudadanos promovido por Esquer, por carecer de interés jurídico. Es decir, Esquer, por la libre y sin el respaldo de MC nacional, quiso defenderse, pero el Tribunal lo desechó en virtud de que quien tuvo que haber promovido la impugnación era el Partido, no el candidato.
En este sentido, estamos siendo testigos de un capítulo más de esta novela que narra un divorcio entre la dirigencia nacional de MC y el Alfarismo en Jalisco. Esta situación seguramente tendrá consecuencias serias para ambas partes. Por un lado, Máynez no tendrá el respaldo que se esperaba tuviera en el principal bastión de MC en el país, al contrario, se promueve a otra candidata como opción a la presidencia. Por otro lado, quien seguramente también tendrá repercusiones negativas será Pablo Lemus, puesto que no tiene un candidato que lo represente, y habrá un emecismo confuso, y quizás de brazos caídos en torno a su campaña, ya que muchos ubican a Lemus más cercano a Dante Delgado que al propio Enrique Alfaro.