Mi cultura cinematográfica me hizo entender siempre que los alienígenas buscan todo el tiempo chicas rubias, frondosas y semidesnudas para tener relaciones sexuales. Para procrear, tradicionalmente unen las palmas de sus manos llenas de largos dedos verdes con las de su inocente víctima casi siempre cautiva. O enredan un largo tentáculo por su cuello después de manosearla por debajo de sus ropas, o introducen uno de sus órganos por su boca o nariz.
Para seducir a las chicas terrícolas también pueden transformarse en un hombre guapo y atlético. Nadie se dará cuenta así de que son, en realidad, seres viscosos, verdosos, con tentáculos por todas partes y llenos de malas intenciones.
Cuando era adolescente tenía un amigo muy querido que miraba durante horas por las ventanas de su casa deseando de manera ferviente la aparición de un platillo volador que lo recogiera para llevarlo a una lejana comunidad alienígena donde pudiera hacer una familia, tal vez algo verdosa y viscosa. Aún debe estar ahí, asomado, esperando.
A juzgar por los tiempos que vivimos nunca ha estado tan desubicado. Es posible que el suyo solo sea un asunto de paciencia. Y de tecnología. Tal vez solo necesita urgentemente hacerse con una computadora y una suscripción a un servicio de internet.
Y no está solo. Miles, tal vez millones de terrícolas solitarios y medio deprimidos desparramados por el mundo entero han esperado largamente para estrechar las palmas de sus manos con algún extraterrestre en celo. Hoy día es fácil saber cuántos son, dónde están, qué tan ansiosos se encuentran y cuál es el rango de sus expectativas eróticas. Por lo menos quieren ver alienígenas sin ropa y localizar sus órganos sexuales.
Una empresa de esas que se dedican a identificar mediante procedimientos poco decentes los hábitos de los usuarios de las redes de internet reveló hace poco que son las mujeres las que más insisten en la búsqueda de aventuras eróticas con extraterrestres, en particular las que viven en la República Checa y en Argentina, con un rango de edad entre los 18 y los 24 años. ¿Y qué es lo que buscan estas candentes mujeres? He aquí una pequeña, pero elocuente muestra: sexo alienígena, aliens embarazadas, fecundación alienígena, alienígenas sexys, vaginas de alienígena, chicas alienígenas. Y así.
Y por si fuera poco hay quienes están dispuestos a dar el paso definitivo que los lleve a hacer realidad sus fantasías eróticas con extraterrestres. Y son muchos. Alrededor de dos millones de calenturientos dispuestos a un encuentro sexual con los seres de otros mundos. Por la buena o por la mala.
Como animales en celo se están poniendo de acuerdo para ir tras sus deseos. Se proponen tomar por asalto las instalaciones más o menos secretas del ejército estadunidense en Nevada conocidas como Área 51. Aseguran que están llenas de extraterrestres cachondos.
