El avance de la pandemia de coronavirus o Covid-19 despertó las alertas mundiales sobre recesiones y crisis económicas. Aunque no hay dudas de que se trata de una crisis sanitaria y de que el problema fundamental es cuidar la salud de la gente, detrás de la paralización de gran parte de las actividades se vislumbran una recesión y un impacto muy fuerte para la economía mundial. Y México no escapa a estas previsiones: de una economía estancada se apunta a una en contracción, con pronósticos que van desde 1.5 por ciento hasta 5.7 por ciento de caída. El impacto es inevitable y lo que queda por establecer es su magnitud, su duración y la forma en que se lo enfrentará.
Hasta ahora, el pronóstico menos desalentador es de la agencia Moody’s: 1.5 por ciento de contracción en 2020. En tanto la previsión más dura es la de Scotiabank, que estima una caída de 5.7 por ciento en la economía mexicana. Otros pronósticos, como los de BBVA y Bank of América apuntan a una contracción de 4.5 por ciento. Además de los efectos de la pandemia -que no sabemos hasta dónde llegarán-, tenemos el desplome del precio del petróleo, la incertidumbre que paraliza inversiones y, en general, la disminución de las actividades comerciales y productivas.
Pero la cuestión compleja es ver el impacto más allá de los números del crecimiento: cuántos empleos, cuántos ingresos, cuántas familias y personas se verán afectadas, sobre todo aquellas que ya se encuentran en una situación de precariedad y pobreza. El 57 por ciento de los empleos en México son informales, en tanto las últimas cifras apuntan a 52 millones de personas en situación de pobreza. Sabemos que en cada crisis, en cada recesión, en cada problema económico, los que más padecen son los más vulnerables. Lo vimos en 2009 cuando coincidieron la pandemia de gripe A H1N1 y la recesión global: la economía mexicana cayó 6.5 por ciento y los más golpeados fueron los pobres.
Hay advertencias muy preocupantes: el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) advierte que se pueden perder 800 mil empleos en 2020 debido a la pandemia de Covid-19. En la Ciudad de México, hay temor de que se cierren 43 mil negocios familiares, de acuerdo a la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope). En Jalisco, se podrían perder 123 mil empleos en los siguientes meses, debido a la contingencia, según el Gobierno del Estado. Un estudio de HR Ratings dice que el mayor impacto en el corto plazo debido a la contingencia será en las aerolíneas, el transporte, los hoteles, restaurantes y tiendas departamentales. A nivel mundial, en el sector turístico se están perdiendo un millón de empleos por día, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
@farinaojeda