Circula en redes un video donde el presidente López Obrador, en gira por un pueblo de Oaxaca asolado por el narco, responde a los gritos de unos habitantes que le piden enviar al Ejército para protegerlos. Están indefensos frente al narco, gritan, y exigen, repiten: que mande al ejército.
El Presidente responde:
“El ejército no está para reprimir al pueblo”.
Los gritones le preguntan: ¿“El narco es el pueblo”?
El Presidente responde que sí. “El narco es el pueblo. Todos son seres humanos”.
Se trata de un video del mes de agosto de 2019, y puede verse en: "El narco es pueblo": AMLO / Contrapeso Ciudadano / YouTube.
Quizá el Presidente cree lo que dijo: que el narco es una expresión del pueblo, unas tribus de violentos populares que responden a las carencias que él ataca con sus programas sociales.
Sería bueno que el Presidente aclarara si esa es su visión de fondo del problema. Hay muchas expresiones suyas que permiten afirmarlo.
No se ha cansado de decir que el narco y el crimen organizado se curan con programas sociales, pues el narco y el crimen son la consecuencia de la desigualdad social.
Narcos y criminales serían unos “rebeldes primitivos”, unos “delincuentes sociales”, una respuesta torcida y violenta, pero popular, a los callejones sin salida de la injusticia, de la desigualdad.
Si el Presidente cree, como dice en este video, que el narco es Pueblo, no se ve por qué lo irrita que lo acusen de haber recibido dinero del narco.
Si cree que el narco es Pueblo, debería creer también que el dinero venido del narco para su causa es dinero venido del Pueblo: dinero ilegal de actividades ilegales, pero dinero del Pueblo al fin de cuentas.
La historia de AMLO recibiendo dinero ilegal para su causa es larga y coherente a través de los años. Ha recibido mucho dinero indocumentado, de diversas fuentes, para hacer política y para vivir su vida indocumentada.
No puede decir, por ejemplo, de qué vivió tantos años, de 2006 a 2018, sin ingresos comprobables.
Tiene un problema.
