Los Dallas Cowboys y su quarterback Dak Prescott siguen en las negociaciones para firmar un nuevo contrato, toda vez que el mariscal de campo se encuentra en su último año de contrato y pudiera ser agente libre al finalizar la campaña, lo que sin duda significaría el inicio de una nueva reconstrucción para el cuadro de la “Estrella Solitaria”.
A diferencia de otros años, el dueño Jerry Jones prefiere esperar, no ha estampado su firma en un nuevo contrato, quiere esperar haber como se comporta durante la siguiente temporada Dak, quien aunque nunca ha brillado en postemporada, si lo ha hecho en temporada regular de manera destacada.
Las estadísticas que tiene Prescott en temporada regular son dignas de un jugador que al finalizar su carrera es enaltecido al Salón de la Fama, en 8 temporadas ha iniciado los 114 partidos que ha jugado, ha ganado 73 y ha perdido 41, ha lanzado para 29,459 yardas, además de lanzar 202 pases de anotación y solamente 74 intercepciones.
En 2023 fue el mejor de la liga en pases de anotación con 36 y solamente 9 intercepciones, además de 4,516 yardas y completó el 69.5 por ciento de sus pases lanzados, ganó 12 y perdió 5 partidos como titular, estadísticas que no le piden nada a nadie en la liga, sin embargo, en postemporada la historia es muy diferente.
Ha llegado a 5 temporadas de playoff en su carrera, sin embargo solo ha ganado 2 y ha perdido 5, nunca ha ganado más de un partido en playoff en la misma temporada, por lo que los Cowboys son despachados muy rápido.
El éxito de la NFL se mide en victorias, no solo en estadísticas, y es que Prescott aunque no ha ganado partidos en postemporada importantes, sus números no son malos, tiene 14 pases de anotación y solo 7 intercepciones.
Jugar para equipos como los Dallas Cowboys, los Pittsburgh Steelers, San Francisco 49ers es un peso extra para cualquier jugador, son equipos con un legado de tal magnitud que solamente cuando un quarterback levanta el Trofeo Lombardi es considerado como bueno, no importa cuantos triunfos tengas, cuantas marcas puedas despedazar estadísticamente, si no ganas el Super Bowl tienes una deuda con los aficionados y con la directiva, Dak está en deuda con ambos.
Los Dallas Cowboys en este 2024 no han firmado grandes refuerzos, no tienen dinero para hacerlo, ya que mucho del dinero que pueden invertir en nómina para todo el roster lo han destinado en muy pocos jugadores, tales como el propio Dak Prescott, Demarcus Lawrance, CeeDee Lamb, Zack Martin y Trevon Diggs.
El equipo y sus aficionados se han dado cuenta en los últimos años que pagarle mucho a pocos jugadores estelares no les garantiza campeonatos, han descuidado muchas posiciones importantes que le han quitado profundidad al equipo.
Teniendo en cuenta Philadelphia Eagles es rival divisional y es un equipo muy completo, muy joven y muy bien entrenado, no considero que los Cowboys tengan mucha oportunidad para dominar la división, más cuando los Wasshington Commanders también hicieron movimientos agresivos en receso de temporada para volver a ser protagonistas.
En lo personal creo que el mejor momento de Prescott, al menos en Dallas, ya quedó atrás y el equipo debería buscar una mejor opción, no en el Draft pero si con un agente libre o hacer un cambio, quizá el dinero muerto valga la pena pagarlo porque es solo un año.
Aunque Prescott diga que no juega por dinero, seguramente querrá un contrato similar a Jared Goff, quien a diferencia de Prescott si sabe ganar en postemporada y eso le valió garantizar más de 50 millones de dólares por temporada.
Teniendo en cuenta que los rosters de los equipos son de 53 jugadores, pagarle 50 millones a solo jugador no es la mejor apuesta, ya que debes pagar a quien atrape sus pases, a quien corra el balón, a quien lo proteja y a quienes no permitan anotar puntos a los equipos contrarios, por lo que parece poco dinero disponible para armar un equipo balanceado.
Que lejana se ve la temporada de 1995, la última ocasión en que los Cowboys levantaron el Trofeo Lombardi, no creo que con lo mostrado hasta ahora Dak sea el jugador que los lleve de nueva cuenta a aspirar por un título, es bueno pero no invertiría mi futuro como equipo en un jugador al que le cuesta ganar a la hora buena, cuando más se le necesita.