En el marco del 72 aniversario de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, este 5 de diciembre, el gobernador de Tamaulipas, Dr. Américo Villarreal Anaya, y el rector de esta institución pública de educación superior, encabezaron la ceremonia semanal de honores a la bandera pero, además, este evento cívico representó un abierto e importante espaldarazo político a la gestión del CP Guillermo Mendoza Cavazos.
Para nadie es un secreto que la UAT mantiene una relación institucional, administrativa y financiera con el Gobierno del estado. En el pasado reciente, se dice que se había abusado de esta situación por parte de familiares cercanos al ex jefe del Ejecutivo estatal.
Los rumores iban y venían, se comentaba hasta hace unos días, en los círculos políticos de la capital de estado, que el rector no pasaba Navidad al frente de su encargo, ya se hablaba de nombres concretos para relevarlo. Al fin y al cabo fue grilla barata.
Hoy la máxima casa de estudios de Tamaulipas, la UAT, tiene 27 facultades, 40 mil estudiantes y 2,800 catedráticos y en ella se vive una nueva historia. El liderazgo del joven rector, Guillermo Mendoza Cavazos, le ha permitido construir una renovada relación con el Gobierno del estado para trabajar en equipo y poder seguir impulsando juntos, la formación de profesionistas de calidad.
La UAT recupera así la fortaleza de su autonomía y la consolidación de sus valores. Lo hace de lado de un gobernador que se caracteriza por ser humanista, centrado y respetuoso de los universitarios.
La alianza institucional que proyectaron este lunes 5 de diciembre la UAT y el Gobierno de Tamaulipas debe traducirse en más capacitación de los docentes, en profundizar en el campo de la investigación, en la apertura de más oferta educativa, en más eventos como la Feria Universitaria del Libro, en mejor infraestructura educativa, instalaciones dignas, canchas deportivas, intercambios internacionales y, en forjar una juventud con pensamiento crítico y universal, solidarios en todo momento con las mejores causas de Tamaulipas. Ya solo quedan resquicios de los viejos tiempos del porrismo; ojalá la autonomía prevalezca siempre. _
