Política

Envenenar

Hace unos años, Carmen Aristegui presentó una volada, una de las muchas que ha consignado en su carrera de conductora de noticias por medios electrónicos.

En esta, presentaba como realidad el hecho que una mujer de era parte de un grupo de narcotraficantes fuera familiar de un conductor de noticias de la competencia.

Juana Raquel Alvarado era el nombre real de esta persona que, antes de ser parte del crimen organizado, se dedicaba a vender comida o a laborar como cultora de belleza.

La comunicadora no intentó ir más allá del dicho de la detenida y la presentó como Raquel Alatorre, prima del conductor del noticiero estelar de TV Azteca.

Aristegui solo tenía que hacer un par de llamadas para evitar la pifia: primero, con las autoridades de Nicaragua que le dirían que la detenida llevaba consigo un par de pasaportes -historia que consignaría tiempo después- y, por supuesto, con el periodista quien le diría algo fácil de comprobar: él no tenía primas con ese apellido.

Sin embargo, eso no era lo que convenía para la militancia y línea editorial de Aristegui. Tampoco convenía los criterios editoriales que, en su momento, tenía Imagen Telecomunicaciones cuando, a nivel nacional, agradeció la confianza a Emilio Azcárraga y Bernardo Gómez por la transmisión del programa Tercer Grado que, en su despedida, sentenció “lo que tenga que tronar, que truene”.

Así fue, al día siguiente, Carmen intentó entrar a la cabina de Imagen para conducir la segunda edición de los noticieros de esa frecuencia. Pedro Ferriz se lo impidió con una frase que terminó con su amistad, “dime una sola ocasión en que se te haya coartado tu libertad”. Testigos consignan que Aristegui no pudo responder a ella y salió de las instalaciones de Prado Sur 150 para no volver, pero con tres cuartas partes de la negociación con Televisa Radio ya terminadas.

En Tlalpan 3000, Carmen se desvivió de elogios para Carlos Loret y su compañero de batallas Javier Solórzano. Algo pasó en el camino que la agriaron. Loret intercambió con ella su espacio matutino y ella acabó con la alianza. Se enemistó con el conductor de Primero Noticias y Solórzano poco a poco se apagó y, con él, la amistad con quien fue mancuerna por años.

En la elección del 2006, enviados del hoy presidente le dieron al equipo de Hoy por Hoy -así se llamaba el espacio- pruebas de lo que ellos decían era parte del fraude que se organizaba contra López Obrador. Hildebrando se convirtió en el tema desde el único debate en el que participó el entonces candidato del PRD hasta el día de la elección. Aristegui le dio fuerza y no dudo de la veracidad de esa fuente, aunque estuviera dañada de origen.

Hoy, los mismos que la encumbraron como voz crítica del poder la cuestionan por hacer lo mismo: buscar su ganancia y no la de su equipo. Insiste ella en que hay que transparentar a los medios. Me parece bien, comencemos por ella, su historia y sus ganancias, logradas por defender a una supuesta izquierda a partir de cobrar con la derecha

En eso siempre ha sido congruente.

Gonzalo Oliveros

Twitter: @goliveros


Google news logo
Síguenos en
Gonzalo Oliveros
  • Gonzalo Oliveros
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.