En esta semana se llevó a cabo, en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, la Constitución del Capítulo México, de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas: IAWJ, (International Association Women Judges).
Desde La Haya, resultó electa como coordinadora del Capítulo México, la ministra Margarita Luna Ramos y como vicecoordinadora general, la magistrada federal Mónica Güicho. Estuvieron también Janine Otálora, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el ministro Luis María Aguilar Morales, así como juzgadoras de los tribunales federales y locales del país.
El Capítulo México de esta asociación tiene como objetivo principal emprender acciones tendientes a la formación y capacitación al interior de los órganos de impartición de justicia, así como participar en los intercambios judiciales, foros, conferencias y seminarios internacionales, y los programas de formación que promueva la IAWJ.
Esto es importante ya que la ministra Luna, hizo un esfuerzo para unir a las juezas mexicanas en esta organización, en donde se podrán proyectar los avances que en nuestro país se realizan en pro de la igualdad de las mujeres, quienes a su vez, se verán beneficiadas de las oportunidades que procura esta red internacional de juzgadoras, tanto en el intercambio de experiencias, como en la permanente formación de sus agremiadas.
Esto tiene de extraordinario que una mujer ministra tenga la gana y la responsabilidad de apuntalar a todas esas mujeres juezas que tienen que actuar con inteligencia, veracidad, honorabilidad y justicia. Porque México en este momento así lo requiere y quienes están en sus manos así lo merecen.
Es muy grato para mí poder mencionar este hecho. Mi suegro Luis Felipe Canudas fue ministro, y sé del enorme esfuerzo que se necesita para llegar a la más importante tribuna de justicia de la nación mexicana. Margarita y Mónica están ahora permeando hacia abajo lo que han aprendido en la vida. Y yo lo aplaudo. De ellas, era de esperarse.