El fanatismo no deja nada bueno. Nadie puede en nombre de ningún dios del universo entero, darse el lujo de matar porque sí, a su prójimo. Es no sólo de mal gusto, sino de una insensibilidad patética y trágica. Es como ir a misa sin saber de qué lado estará el cura para ofrecer el sacrificio de Dios para sus congregantes.
No entiendo nada de esto, y me paraliza.
Si algo he aprendido el día de hoy, es que el Dios que existe, merece un sumo respeto de todos lados de donde uno quiera o pueda creer en él. Y también de donde no.
Y así las cosas, pues prefiero ponerme en mi escritorio preferido, desde donde puedo ver mi volcán, analizar el parlotear de las aves que se duermen casi a las siete en punto; dividir la escena humana en buena y mejor, aprender a los millones de años en que la naturaleza ha edificado este sitio donde vivo, mirar al cielo, levantar las manos, y dar gracias al creador de todo esto, sea quien sea. Yo lo llamo Dios. El gran hacedor del universo.
Nada de lo que suceda afuera, ya debe tener el más mínimo significado. Lo que vivo en mi país, es nada, para lo que pasa en Siria, en Irak, en Israel, en Líbano. Existen muchos excelentes documentales que merecen ser mencionados y ganarse mil premios, principalmente, por la sensibilidad de los corresponsales de guerra que los han hecho posibles; por todos los abandonados, mutilados, y desechos dueños de nada, hombres y mujeres, niños y bebés que no entienden el por qué, de lo que viven a diario; por una libertad irrestricta de prensa a nivel mundial –cuando respetan a nuestros compañeros--. No entendería a ningún Dios que quiera guerra alguna. ¿Cómo qué por qué o para qué?
Y después de ver todo esto, me gratifica enormemente que por lo menos un ex presidente norteamericano como Cárter, que alguna vez ganó el premio Nobel de la Paz, tuvo las agallas para decirle a su sucesor, que él no estaba de acuerdo en que existiera otra vez, otra guerra en Irak. Y aunque no lo pudo parar, lo repitió quedito y fuerte, y a los cuatro vientos...
Sé que todo esto es historia. Y que se debe leer y recordar. Como cuando alguien asume un cargo tan absolutamente importante como líder mundial y no lo entiende. Pero allí están todos los recordatorios. Nadie puede contra todos. Y nuestro vecino está abriendo muchos, muchos frentes.
Corea del Norte hace dos días, acaba de mostrar su absoluto, total e infinito músculo. Ya mandó un misil. Ya mató a su hermano. ¿Qué estará esperando nuestro vecino para ponerse a pensar?
