Cultura

El adiós de Kobe Bryant

Entre los apodos que ostenta uno de los mejores basquetbolistas activos del mundo, Kobe Bryant, sobresalen dos: Míster 81 y la Mamba negra. Míster 81 porque, como sabemos, es después de Wilt Chamberlain el jugador que más puntos ha anotado en un partido: en 2006 contra los Raptors de Toronto Bryant encestó 81 puntos de los 122 de su equipo, Los Lakers de Los Ángeles: 66% de la producción total, algo que bordea el territorio del prodigio.

Es cierto que Chamberlain, el 2 de marzo de 1982, anotó la friolera de 100 puntos: eran otros tiempos y el parangón ofende.

La Mamba negra es fuerte, rápida y peligrosa, como el enorme jugador Bryant, hijo de un ex basquetbolista e implicado en un asunto de faldas que rayó en el escándalo: acusado por Katelyn Faber de haber intentado violarla en junio de 2003, Bryant se salvó de ir a la cárcel y remó contracorriente para blanquear su desdorado prestigio.

La depurada imagen del mejor del mundo cargó incluso con el lastre de tener que explicar a su ofendida esposa que se trato de un “entendimiento recíproco”.

Y luego los problemas y los malos entendidos con el Shaq O Neal: un montaje de dolorosas consecuencias.

El Shaq se fue e hizo campeón a Miami. Kobe volvió a remar contra el sentido ordinario y se propuso “alcanzar la perfección”. El carismático escolta de los Lakers buscó pulverizar otras marcas. Ha anunciado su retiro y es el tercer máximo anotador en la historia de la NBA, incluso por encima de Michael Jordan.

Como sabemos, tal si se tratase de un relevo en la historia del deporte de Pensilvania, Kobe (nombre de una ciudad japonesa y puesto a Bryant por sus padres tras la revisión de un menú de comida oriental) nació en la misma ciudad de Chamberlain, Filadelfia. Se trata, sin duda, de uno de los jugadores más completos en la historia de ese deporte: defiende y ofende con parejo equilibrio.

Su versatilidad es pasmosa: ataca, tapona, produce rebotes, asiste, pasa y encesta.

Es una máquina de jugar basquetbol y si a esto agregamos una sencillez casi franciscana hemos de rendir tributo y admiración a la magnífica Mamba.

En su carta de despedida del deporte, intitulada Dear Basketball, Bryant ha escrito: “Me enamoré de ti. Un amor tan profundo que te lo di todo. Desde mi mente y mi cuerpo hasta mi espíritu y mi alma”. Se va un portento del baloncesto.

El adiós de la Mamba, Míster 81, el inmenso Kobe Bryant.


[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Gilberto Prado Galán
  • Gilberto Prado Galán
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.