Concentrado y tenso, Gil intentaba con todo su corazón movimientos complejos del yoga de silla, un deporte que puede aprenderse en las redes y lo arregla todo, desde los torzones hasta la esquizofrenia. Así publicitan este nuevo ejercicio para el que se requiere solamente elasticidad y terror a envejecer. Como todas las ilusiones, el yoga de silla no sirve para nada y los buenos propósitos nunca se cumplen.
En ésas estaba Gamés cuando se entregó a la lectura del artículo de Gerardo Esquivel en su periódico MILENIO: “¿Qué esperar del 2025?”. Respecto a los aranceles del 25% a todas las exportaciones de México y Canadá, Esquivel cree que Trump no cumplirá esa amenaza, por lo menos no de forma completa y codiciosa: “un arancel generalizado sería insostenible”.
Gil sigue desde hace tiempo a Esquivel, sus análisis son estructurados. En cuanto a las deportaciones masivas, lo mismo, no aumentarán, afirma Esquivel, mucho más de las que ejecutaron Bush y Obama.
¿Y la economía? Con la pena, pero lo que llaman desaceleración crecerá en el 2025. Uno de cada cuatro analistas sostiene que el crecimiento en el año será menor a un punto. ¡Oh!
Deportaciones imposibles
Gamés abandonó el yoga de silla, pues obtuvo pobres resultados. Otros estudiosos de las relaciones entre México y Estados Unidos piensan más o menos como Esquivel. Carmen Morán Breña en su periódico El País escribe: “La economía puede ser la única aliada de los migrantes amenazados en Estados Unidos con la deportación. Esos 11 millones de personas que el presidente electo, Donald Trump, quiere devolver a sus países de origen tienen una traducción en recursos enorme.
“Una cifra como esa de extranjeros indocumentados supone alrededor de 96 mil 700 millones de dólares en impuestos en un solo año, más de la mitad para las arcas federales, según el Institute on Taxation and Economic Policy (ITEP). Si a ello se suman quienes tienen papeles, los mexicanos superarían esa cifra.
“Pero Trump presenta las dos caras de la misma moneda: el empresario que conduce el país mirando la economía y el que pretende devolver a su pueblo una grandeza neoimperialista que ponga freno a otras potencias. Su amenaza es todavía un enigma”.
Gilga no guarda duda alguna, Trump es impredecible, el republicano ha asegurado que empezará a trabajar en estos asuntos en cuanto sea nombrado oficialmente, el 20 de enero, pero las deportaciones son un proceso complejo. “Logísticamente, hacer redadas masivas es muy costoso y complicado de organizar. Los detenidos en centros de trabajo que no tengan historial criminal tienen, además, derecho a un juicio”, explica Estefanía Cruz, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM. “Para el caso de hogares, debe emitirse una orden de cateo firmada por un juez y sería imposible tener todas las órdenes necesarias para expulsar a 11 millones de indocumentados”. Con base en estas consideraciones, la experta internacionalista considera “imposible” que este plan pueda ser llevado a cabo.
China y la neumonía
No se vayan a asustar, peso según una nota de Infobae de Jazmín González, en los últimos días se ha registrado un aumento de casos de neumonía y enfermedades respiratorias en varias regiones de China, lo que ha ocasionado que en redes sociales se hable de una “nueva pandemia”. Ante la preocupación, el doctor Alejandro Macías, catedrático y médico mexicano, informó que el aumento de casos es una respuesta a los factores estacionales y climatológicos, por lo que no representa una emergencia sanitaria ni el inicio de una nueva pandemia.
Menos mal porque Gil ya no puede ni con su alma: “China no ha declarado emergencia sanitaria por HMPV, solo ha informando del incremento de incidencia de virus estacionales en varias regiones. En algunas de esas regiones predomina, sí, el HMPV. No se trata de una emergencia sanitaria o del inicio de una pandemia”, escribió Alejandro Macías a través de su cuenta de X. Si lo dice el doctor Macías debe ser cierto, razón por la cual, Gilga descansa, aunque tiene un poco de tos.
Todo es muy raro, caracho, como diría Einstein: “No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto”.
Gil s’en va