Gil espera que Mario Marín, el Góber Precioso, ex gobernador de Puebla, tenga un juicio conforme a derecho, mju, y se pase unos años en chirona por ser el autor intelectual del hecho siniestro y miserable de perseguir y torturar a Lydia Cacho por una investigación periodística y ser cómplice de un supuesto, más “puesto” que “su”, pederasta: Kamel Nacif, El rey de la mezclilla. El episodio fue un escándalo y quedó impune. Los demonios del edén, el libro de Cacho, se convirtió desde entonces en un libro de denuncia ejemplar.
Ojo por hoja: el ex gobernador Marín fue detenido en Acapulco y lo trasladarán a Cancún, donde será puesto a disposición de un juez de Quintana Roo. Gamés ignora si el Góber Precioso será llevado en coche, esposado, de Acapulco a Quintana Roo. A Lydia Cacho la llevaron esposada de Cancún a Puebla. Por cierto, también hay órdenes de aprehensión en contra del jefe de la policía del Góber, un operador y desde luego Kamel Nacif.
Lydia Cacho lleva años documentando la trata de niñas a la que se dedicaba el empresario de la mezclilla. Gil diría que la decisión de la Fiscalía es correcta, pero más correcta es la tenacidad de Lydia Cacho que desde 2005 no quitó el dedo de esos renglones torcidos. Que con su pan se lo coman en una celda más o menos oscura.
Todo México oyó en aquel entonces los diálogos misóginos, machistas y criminales de estos sujetos. Quince años después arrestan a Marín. Este acto, supone Gamés, es una declaración de la impunidad con que se puede actuar en el país. Buenas noches, Góber Precioso, que descanse.
Castañeda recuerda
Y a todo esto, qué se sabe del ex presidente Peña. No crean la lectora, el lector y le lectere que Gamés ha hecho una asociación libre. Pero nadie lo menciona y él, calladito noviando por el mundo. No deja de ser una rara injusticia que la única que ha pagado los platos rotos de la corrupción escandalosa del sexenio de Peña sea Rosario Robles. El resto del gabinete se la pasa bomba. Bien visto, el caso de Lozoya es un estruendo de impunidad.
Jorge Castañeda ha explicado en su columna “Amarres” de Nexos el pacto PRIMOR. Esa componenda, ese acuerdo, entre Peña y el entonces candidato de Morena, le entregó a Liópez Obrador una parte importante de la nada despreciable maquinaria priista para empujar a un candidato. El artículo se llama “De Tsunamis a tsunamis: volver al 2018” y apareció en el sitio de Nexos. Léalo, se va usted a llevar dos o tres sorpresas.
La avalancha de la realidad
No lo olvidemos. Una nota de la redacción de Animal Político informa que “La economía mexicana se desplomó 8.5% en 2020, la mayor caída desde 1932, de acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía”.
Como consecuencia de la crisis sanitaria por la pandemia de covid-19, la actividad económica del país tuvo su caída más pronunciada desde hace 88 años, cuando el producto interno bruto se contrajo 14%.
A tasa anual, el producto interno bruto hila dos caídas, luego de que en 2019 bajara 0.1%; lleva seis trimestres consecutivos con caídas anuales, no visto desde 1982-1983.
De los tres sectores de la actividad económica, sólo el agropecuario o primario tuvo un resultado positivo en el año al mostrar un incremento de 2%.El sector secundario fue el que mostró la caída más profunda. En 2020 las industrias cayeron 10.2%. El Inegi detalló que el sector terciario, relacionado a los servicios, registró una contracción de 7.9%.
Las estimaciones oportunas proporcionadas por el Inegi podrían cambiar respecto a las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional, las cuales se publicarán el próximo 25 de febrero.
El Fondo Monetario Internacional mejoró el 26 de enero su perspectiva para la economía mexicana al señalar que el PIB crecerá 4.3% este año frente al 3.5% estimado en octubre del año pasado. El organismo advirtió que la economía mexicana podría no recuperar el nivel que tenía antes de la pandemia hasta 2022, o después.
Sobre aviso no hay engaño. La verdad es que estamos muy imputados.
Todo es muy raro, caracho. Como diría Charles Chaplin: “El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto”.
Gil s’en va
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