Gil se dio a los diablos. Trinaba hecho un basilisco apenas vio a los cavernícolas de Vox y a los dieciséis legisladores panistas partir un turrón. A humo de pajas estos ignorantes panistas no tienen un dedo de frente político.
Una nota de Elena Reina en su periódico El País informa que “el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió este jueves una buena noticia. Un grupo de senadores del Partido Acción Nacional, el principal partido de la oposición, y un par del Partido Revolucionario Institucional, se habían reunido en una sala del Senado con uno de los personajes más polémicos de la política española, el ultraderechista Santiago Abascal, líder de Vox, para firmar una carta “contra el comunismo”. Y se hicieron una foto que pasará a la historia. Abascal y su agenda reaccionaria para la “Iberosfera” —su referencia propia para Latinoamérica— han supuesto un misil inesperado para una oposición ya fragmentada.
Si hay una Iberosfera también habrá una Estupidósfera, lugar en el cual se alojan todos estos políticos, en especial el señor Abascal.
Gilga buscó un deslinde oficial del Partido Acción Nacional, pero no lo encontró ni debajo del tapete que es donde se esconde la basura. “No se suscribió ningún acuerdo político”, esa fue su inteligente y firme respuesta. ¿Estamos locos? Una de las organizaciones más regresivas de Europa, defensora de Franco, enemiga de la interrupción del embarazo y la eutanasia, machista, misógina y otras lindezas, se sienta con un grupo de senadores panistas. Gil caminó sobre la duela de cedro blanco y se dio un tope de los fuertes en el muro sur del amplísimo estudio: soc!
Fulleros
El líder de la ultraderecha española, añade la nota de su periódico El País, defiende una agenda contra la inmigración ilegal en Europa, los derechos de las mujeres o a una vida libre de violencia, además de revivir el espíritu del franquismo.
El PAN dijo que el acto se concretó a “título individual” entre los presentes, pero insiste en no vincular institucionalmente a su partido, pues afirman: “En España nuestro socio institucional es el Partido Popular, ambos formamos parte de la Internacional Demócrata de Centro. La reunión que sostuvieron algunos senadores del PAN con representantes de otro partido fue a título personal, en uso de su libertad”. Dieciséis títulos personales, ahora se reproducen los títulos personales, que sean todos miembros del PAN es obra de la casualidad.
Con la Carta de Madrid que han firmado algunos senadores del PAN, Vox busca captar adeptos para convertirse en una respuesta al Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, una coalición de partidos fundado en 1990 por Fidel Castro y Lula da Silva que, según el partido de Abascal, “ha sido determinante para el auge de la extrema izquierda en Iberoamérica”.
“Una parte de la región está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países”. Esto fulleros confunden y le hacen un famélico favor a quienes buscan equilibrios democráticos en América Latina. Y uno de sus principales objetivos es frenar el avance del comunismo y otros conceptos más ambiguos como: la defensa del Estado de Derecho, “el imperio de la ley, la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad privada”.
La ensayista y escritora Soledad Loaeza ha escrito dos libros sobre el PAN y ha dicho esto que reproduce, de nuevo, su periódico El País: “Acción Nacional tiene sus alas radicales y las ha tenido desde siempre. Una de las más radicales es la del hispanismo, que es minoría, pero en este caso estamos ante una situación que revela más que nada la falta de un liderazgo nacional y el desconcierto en el que se encuentra el partido desde hace muchos años”.
Al menos, la senadora Xóchitl Gálvez repudió el acuerdo. “Fue un error que algunos senadores del PAN hayan firmado la Carta Madrid con Santiago Abascal, un personaje despreciable”, afirmó en una entrevista de radio con el periodista Ciro Gómez Leyva. “Yo con Vox ni a la esquina”, tuiteó.
Gabinete de curiosidades
Del breve libro de Diccionario de insultos, extraído y trasvasado de las obras de Francisco de Quevedo (Editorial Verbum, 2019) de José Antonio Martínez y Ricardo González: “Fuelle de todas las fraguas: delator, soplón que enciende los ánimos en todas las causas; inicio de todo juego erótico y que de pronto será articulado en el Código Penal”.