El avión presidencial literal llegó para quedarse en México y el Presidente Andrés Manuel López Obrador bien lo sabe. Ese es uno de los temas mediáticos más exitosos previo y durante su campaña con Morena, tanto que seguro recuerda la famosa frase “no lo tiene ni Obama” y en el que recalca con toda seguridad que “cuesta 7 mil 500 millones de pesos”. Pues ese súper lujoso avión, emblema de un país, se remata en 130 millones de dólares, unos 2,500 millones de pesos mexicanos, y ahora en posible rifa.
Pero el tema de fondo para efectos de este escrito no es quizá la rifa presidencial, sino lo que no se discutió o se dejó de discutir. Como lo del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (el INSABI), que no es más que abrir la puerta a todos los ciudadanos al sistema de salud pública del país. Desde luego es una buena iniciativa, pero generó confusión, descontento e incertidumbre para muchos por la supuesta falta de reglas de operación, ¿qué incluye y contempla? No hay precisión. El tema subió de tono cuando el primer nieto del Presidente nació en Houston, Texas, en Estados Unidos, y no en el INSABI, en México.
Otro tema que comenzó a ‘calentar’ al Presidente fue la inseguridad. El periodista Jorge Ramos, de Univisión, acudió nuevamente a la conferencia de todos los días y cuestionó al primer mandatario. México registró el año más violento en homicidios con violencia en toda su historia, ¿en dónde está la estrategia?, ¿por qué no ha renunciado su gabinete de seguridad?, dijo Ramos en la mañanera, el Presidente respondió “eso sí calienta” y buscó argumentar.
Posterior a ello se acumularon hechos violentos en varias regiones de México. En Maderas, Chihuahua, un comando armado de por lo menos 100 sicarios quemó 22 casas y secuestró a varios habitantes. En Miguel Alemán, en Tamaulipas, 11 personas resultaron muertas tras un enfrentamiento entre sicarios y el ejército, mientras que en Zirandaro, Guerrero, otro enfrentamiento entre miembros de cárteles provocó el desplazamiento de cientos de personas y la muerte de varias más, sin precisar estadísticas.
Tampoco se frenó mediáticamente el tema del huachicoleo, aquella guerra que propició el cierre de ductos y desabasto para millones de personas. A un año de distancia de ese episodio, el robo persiste y al menos en Tlalhuelilpan, Hidalgo, donde murieron 137 personas en la explosión de combustible, el problema no ha disminuido y lo reconoció el Presidente.
Hasta la redacción de La Mirrilla, la rifa presidencial continúa en tuiter con el hashtag #AvionPrecidencial (sic) en donde la discusión es el error ortográfico. Mediáticamente eso ha funcionado al actual gobierno. ¿Son o no cortinas de humo? Usted tiene la mejor opinión, lo cierto es que las redes sociales se mantienen como el escaparate de las discusiones y nos las cambian minuto a minuto. ¿Usted qué dejó de pensar y hacer mientras discutía la rifa presidencial?