Política

El río Lerma, un enemigo silencioso

  • La Mirilla
  • El río Lerma, un enemigo silencioso
  • Germán Zepeda

Hace unos días tuve la oportunidad de recorrer parte del río Lerma, en los municipios de Metepec y San Mateo Atenco, donde platiqué con algunas familias que están siempre viviendo bajo riesgos, a 5 o por mucho 10 metros del caudal. Viven preocupados cuando llueve, sí, pero viven más bajo el descobijo de sus autoridades.

En especial recuerdo una familia de San Mateo Atenco, Barrio de Guadalupe, en donde viven 9 niñas y niños y sus padres, en una casita cuyas bardas son los tabicones apilados, con techo de lámina, más humilde de lo que uno puede imaginarse. No tienen agua y, debo suponer, que menos drenaje. El jefe de familia es taxista, un señor de carácter rudo, con expresiones de odio hacia las autoridades, renuente, enojado pero más que todo eso un padre de familia que se siente traicionado por sus autoridades.

“Cuando piden el voto aquí están, apenas vinieron en la campaña y se los dimos, y ahora nos dicen que no pueden ayudarnos porque estamos en zona de alto riesgo, no se vale”, me dijo muy pero muy molesto. Y así, a todos les han dicho que les advirtieron.

De inmediato recordé la tragedia en el cerro del Chiquihuite, en el municipio de Tlalnepantla, todas esas familias han vivido en zona de riesgo y quizá las autoridades toleraron este crecimiento que hoy tiene consecuencias fatales. El costo social y político es mucho mayor para todos y desde luego se evidencia la ausencia u omisión de las autoridades.

¿Qué esperamos en el Río Lerma, que haya una súper inundación y también haya pérdidas humanas?, ¿Por qué la autoridades no emprenden un plan a mediano o largo plazo para poder ayudar a esas familias? Sé que para un gobierno, sobre todo municipal, es costoso, no le genera bonos políticos, pero al final de cuentas sería una medida de empatía para unas 35 familias. Porque algo que tengo muy claro es que no están ahí por gusto, se trata del terreno que dejaron de cultivar, del que les heredó el papá o que les alcanzó para comprar.

Está por demás decirlo, el río Lerma es uno de los más contaminados de México. Nace en Almoloya del Río, en la Ciénega de Chignahuapan, recorre por más de 700 kilómetros el Valle de Toluca, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y desemboca en el Lago de Chapala en Jalisco. Por años las autoridades le han invertido dinero en proyectos y obras, pero la realidad es que no ha sucedido nada, el río sigue apestando y provocando enfermedades.

Las plantas de tratamiento están obsoletas, son costosas, algunas ni funcionan y todo eso es dinero que se malgastó. La cuenca en general requiere de más atención, no de sesiones mensuales o semestrales.

El río Lerma requiere de la ayuda seria de las empresas, de la gente, de las autoridades de todos los niveles, pero sobre todo esas familias que tienen un vecino que día y noche les está quitando la vida de forma lenta.

Germán Zepeda

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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