Claudia Sheinbaum tendrá varios retos al frente del ejecutivo federal, uno de ellos es la política exterior.
La virtual presidenta electa lidiará con una reconfiguración dentro del nuevo orden mundial, México al ser potencia emergente no está exento a estos cambios.
La relación con Estados Unidos es y seguirá siendo la más importante, pero hay temas en la agenda bilateral que siguen sin discutirse a fondo y que es menester del próximo gobierno federal los ponga a debate, por ejemplo, el narcotráfico.
Tanto México como Estados Unidos han hecho poco para disminuir los estragos ocasionados por la guerra contra las drogas, es necesario que exista una mayor colaboración y labor de inteligencia entre ambas partes.
La relación con Latinoamérica también es importante. México es la segunda potencia económica de la región.
En la gestión del presidente López Obrador se ha tenido acercamiento con los gobiernos de la región (solo con los afines ideológicamente).
México debe hacer valer su papel como potencia emergente de Latinoamérica y promover agendas al interior de los organismos multilaterales latinoamericanos.
El regreso de Lula Da Silva al poder ha hecho que la voz de Brasil sea escuchada de nueva cuenta en los foros y organismos internacionales.
México debe sumarse al liderazgo internacional de Brasil y trabajar en equipo a favor de mejores condiciones económicas y sociales para América Latina.
La relación de México con China se profundizó en los últimos años gracias al nearshoring, ocasionando que cientos de empresas chinas lleguen al país a invertir.
La presidenta Sheinbaum, en el marco de una política exterior autónoma y sin sumisiones a intereses extranjeros, debe continuar con las buenas relaciones con el gigante asiático.
La participación de México dentro de los organismos y foros internacionales fue discreta en este sexenio.
Es necesario que la diplomacia mexicana haga valer su peso, reconocimiento y capacidad, debe haber una participación proactiva y decidida por parte de la cancillería mexicana en los temas relevantes que se están discutiendo a nivel mundial como la Inteligencia Artificial, economía verde, desarrollo tecnológico y cambio climático.
La formación académica y profesional de la virtual presidenta electa podrían ayudar a México a ser un referente a nivel internacional en agenda sustentable, promoviendo los beneficios de la economía verde como eje toral de la política exterior mexicana dentro de los organismos internacionales.