Los resultados de la jornada electoral fueron excelentes para MORENA, empero, las probabilidades de que pierda en 2024 son altas y no precisamente porque la oposición tenga un buen candidato o por su plataforma política, sino por la previsible división interna que se pueda dar al interior del partido guinda debido a la lucha encarnizada que se está librando entre los aspirantes que buscan la candidatura presidencial.
El domingo pasado en el Estado de México se llevó a cabo el evento “unidad y movilización para que siga la Transformación” el cual tuvo como finalidad demostrar unidad entre la clase política morenista de cara a los comicios de 2023 y 2024.
En el mitin estuvieron las principales “corcholatas” del partido oficialista: Adán Augusto Santiago, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
La ausencia de Ricardo Monreal, senador de la República que ha dicho que buscará la candidatura morenista, fue notoria, evidenciando que la dirigencia nacional que encabeza Mario Delgado lo está haciendo a un lado; el senador ha mencionado en diversos medios de comunicación que no recibió invitación alguna por parte de Delgado para asistir al acto.
La forma es fondo diría Jesús Reyes Heroles, Monreal no es el único aspirante partido que ha mencionado una inequidad para elegir al candidato presidencial, Marcelo Ebrard en su disertación del domingo pasado dejo entrever, sino de manera explícita si tácitamente, el riesgo de división sí no hay piso parejo para todos los contendientes, “la unidad se construye con el respeto, se construye cuando hay suelo parejo, se construye cuando se escucha al pueblo; ellos lo han demostrado y lo harán también aquí, que saben mantener la unidad de Morena”, fueron las palabras del canciller mexicano.
El método de selección del candidato presidencial de MORENA será por encuestas, sin embargo, no se conoce la metodología ni que casa encuestadora la realizará, Mario Delgado ha dicho ante los medios de comunicación que será una encuesta interna del partido, dando la impresión que la dirigencia nacional esta allanándole el camino a Claudia Sheinbaum para que ella obtenga la candidatura.
Tanto Ebrard como Monreal tienen mucho capital político, de haber una fisura al interior del partido ambos podrían ir a otras fuerzas políticas, logrando dividir el voto de MORENA, ello traería consigo una posible victoria para la oposición.
MORENA tiene todas las de ganar, pero también puede perder si no hay unidad al interior entre las fuerzas que aglutinan el proyecto de la 4T.
